Drones por doquier: No al gobierno de los EE.UU

Economia Solidaria

Hace unos días el gobierno de los EE.UU expresó su respuesta de naturaleza híbrida al problema del narcotráfico en Puerto Rico y el Caribe. Ayer acaban de anunciar su respuesta militar: habrán de militarizar las aguas caribeñas con el uso de tecnología más avanzada, la cual incluye aviones sin tripulación llamados Drones. La versión Puma de dichos aviones, permite sobrevolar las aguas caribeñas e impedir que los narcotraficantes utilicen la frontera de los EE.UU en Puerto Rico para introducir drogas, como a su vez la región de dicho país en el Golfo de México. Lo cierto es que dicha respuesta es contradictoria por decir lo mínimo y altamente preocupante para todos y todas nosotros.

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El problema del narcotráfico dejó de ser un problema policiaco. Ahora es más que nada un problema económico, donde compite la soberanía de los estados vis a vis la soberanía apropiada por los narcotraficantes. Esto es muy difícil de aceptar, pero ha sido la postura de la mayoría de los estados de América, salvo Canadá y los EE.UU, de plantear soluciones no militares al problema de las drogas. La postura de los EE.UU en la Sexta Cumbre Iberoamericana, realizada en el 2012 en Colombia, fue asumir la necesidad de la reflexión. Su respuesta ofrecida en este momento, nos lleva a un peor lugar: más soldados, más represión, más gastos.

En la medida que el narcotráfico tenga tanta capacidad económica para invertir sin límites, las respuestas de los estados comenzarán a ver su propia frontera. Los estados no tienen capacidad ilimitada de intervenir contra las drogas. En el caso del El Salvador, el gobierno de dicho país se ha planteado una negociación con las principales bandas, llamadas maras, para controlar los trasiegos y la violencia. Los miembros de dichas bandas pidieron opciones legales de vida, a cambio de eliminar los trasiegos y la violencia. Al día de hoy está dando resultado.

No podríamos pensar que el modelo de El Salvador se puede replicar para los EE.UU. Nuestro problema como puertorriqueños en el Caribe, es que las políticas erróneas del gobierno de Washington, comienzan a tener implicaciones en nuestro suelo nacional. Ya el gobierno del actual gobernador de Puerto Rico habla de “escudo costero”, o lo que ha constituido en la práctica la militarización de la costa de la isla con la guardia nacional. Luego de esto, la cocaína y otras drogas, su valor en la calle, no ha variado. Es decir, más soldados, menos soluciones.