Bonos Chatarras, el Tribunal Supremo y Calle 13

Política

Debemos reconocer que en la discusión en torno a la economía de Puerto Rico y su inminente degradación por parte del sistema de clasificación privada de los bonos que emite el gobierno, que lo económico tiene un efecto sobre lo político en la isla.

En esta medida, la situación política de Puerto Rico, desde su condición colonial hasta la falta de una gobernanza democrática en todas las instancias sociales, se ve determinada por la crisis económica que atraviesa la economía local y más que nada la incapacidad del estado de superarla.

Desde Londres, René Pérez del grupo Calle 13, nos insta a pensar en como los medios de publicidad nos manipulan. En un consorcio musical explosivo, junto al fundador de Wikileaks Julian Assange, y hoy prófugo de la justicia de Suecia por cometer dos actos de agresiones sexuales contra mujeres de dicho país, estos nos invitan a denunciar como los medios de comunicación nos manipulan. Se encuentran componiendo una canción a múltiples voces y manos, literalmente global, a través de twitter.

Ante la denuncia de Calle 13, entonces a quien creerle en Puerto Rico de si es real que la compañía privada de inversionistas y tasadores de crédito, Moody´s, habrá de degradar los bonos del gobierno de Puerto Rico a categoría chatarra. Y si nos degradan a categoría chatarra, ¿Qué nos habrá de pasar? Como puedo decir que me están manipulando, pues pienso que si me degradan a chatarra, mañana continúo trabajando. Habrá sol, y más que nada la playa del verano seguirá tan apetitosa como siempre. Sin lugar a dudas la capacidad crediticia del gobierno, bajo los parámetros del capital, no estará tan holgada. No obstante, hay varios estados en los EE.UU en esta categoría, y todos continúan funcionando. ¿No será la campaña del miedo parte de una manipulación?

De otra parte, el gobierno de Puerto Rico, el poder ejecutivo en particular, acusa a la rama judicial, de favoreceré la debacle económica del país por la reciente decisión en torno al sistema de retiro, que fue declarada la legislación inconstitucional. El poder ejecutivo la controla el Partido Popular Democrático, y el poder judicial lo controlan seis jueces nombrados por el Partido Nuevo Progresistas. Se trata de una lucha de poder de carácter político. ¿No será más correcto pensar que la crisis entre poderes responde a una crisis de control político del poder judicial?

Finalmente Calle 13 debería plantear para romper el perímetro, literalmente hablando, de encierro en que vive Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres, en la cual se encuentra refugiado desde hace un año, una salida justa y reconciliadora a las múltiples verdades alrededor de Assange. Poniendo a parte los Wikileaks, simplemente concentrémonos en las acusaciones pendientes contra él en Suecia, por haber agredido sexualmente a dos mujeres por separado. Cierto o falso, como cualquier hijo de vecino, Assange debe tener su día en corte y probar su inocencia, antes de irse a vivir en Ecuador como refugiado político.

Una salida no manipulada que Calle 13 puede promover a nivel global, por los twitter que muy bien sabe dirigir o manipular, es que se convoque un tribunal independiente a Suecia y al Reino Unido donde se ventile el caso. De salir absuelto, que siga para Ecuador. De salir culpable que cumpla la pena que se le imponga en la jurisdicción que corresponda, con la salvedad que no sea extraditado a los EE.UU, que según dicen es su preocupación.

Si esta solución se diera en el caso de Assange, como fue en el histórico caso de Lokerbie entre el propio Reino Unido y Libia, entonces pensaría que estaríamos siendo consistentes para no manipular sino para reconciliar las múltiples verdades. Sí, que esa sea mi contribución al twitter musical que compone Calle 13 y Julian Assange: “como reconcilio las distintas verdades”.