Los turcos en la calle

Política

altA lo mejor no le hemos puesto atención. Pero el pueblo turco se encuentra movilizado hace apenas tres semanas en Turquía, desde el 27 de mayo. En esa fecha inicial, se dio una movilización popular por algo muy sencillo: la defensa del parque Gezi, el cual el gobierno decidió clausurar y el pueblo lo decidió defender. Este parque queda al comienzo de la denominada Plaza Taksim, la cual representa el Estambul moderno.

Los jóvenes inicialmente se opusieron a que el gobierno cerrara el parque y diera paso a un complejo comercial. Luego de ahí, entre los días 28 al 31 de mayo se fue movilizando más gente, hasta que fueron duramente reprimidos por el gobierno el 31 de mayo. De ahí en adelante las propuestas, que no han cesado y hasta el día de ayer han dejado un saldo de cinco personas muertas, entre ellas un policía, y cinco mil personas heridas, han provocado la mayor tensión social y política en contra del gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan. Este por unos días toleró la situación, pero en los pasados cinco días ha asumido una actitud totalmente violenta y dictatorial y este fin de semana ha llamado a “limpiar” la Plaza Taksim de lo que él denominó como “terroristas”.

De mi parte conozco personalmente la Plaza Taksim y su principal Avenida Istiklal. Esta avenida es realmente hablando un paseo de peatones a lo largo del barrio Taksim (el barrio bohemio de Turquía). En dicha avenida, en un fin de semana común, transitan a pie, sobre tres millones de personas. No se trata de cualquier avenida, ni plaza. Por ende, no son terroristas los que allí protestan por la preservación de un parque.

Habrá que llevar a Erdogan a su sano juicio y aceptar, como mínimo, los pedidos del pueblo en la calle, tanto en Estambul, como a lo largo del todo el país que se encuentra hoy protestando. El pueblo en la calle pide dos cosas: que no destruyan el parque Gezi, y por otro lado que no haya impunidad para los policías responsables de tanta represión. Esperamos que se cumplan ambos reclamos.