Santiago de Cuba, 4 jul (PL) Como sueño realizado consideró el embajador de Colombia, Gustavo Adolfo Bell, la Fiesta del Fuego dedicada a la cultura caribeña de esa nación, una idea surgida tres años atrás cuando iniciaba su misión en Cuba.
Aunque ya el Festival Internacional del Caribe se había consagrado a su país en 1996, apuntó, en esta ocasión se trata de una región que condensa las características de las restantes y muestra una notable diversidad étnica y en otros órdenes.
Evocó Bell los lazos comerciales establecidos en siglos anteriores entre esta ciudad cubana y varias del Caribe colombiano, por su ubicación geográfica, así como la importancia de esos intereses para insertar a Colombia en la economía mundial.
Dijo que es trascendente la presentación de esa riqueza cultural, en la cual se mantienen vigentes legados indígenas, en un entramado donde confluyen también los europeos y africanos.
Se refirió el embajador a cubanos que se convirtieron en personalidades del devenir de su nación y valoró que la presencia de académicos colombianos en el Coloquio El Caribe que nos une contribuirá a seguir explorando esos puntos de encuentro, algunos de larga data, entre los dos países.
Resaltó el nivel de esa delegación artística, con altos exponentes como el Carnaval de Barranquilla, Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad; el Septeto Tabalá y la cantante folclórica Totó La Momposina, junto al grupo musical Sistema Solar, integrado por jóvenes que cultivan un estilo moderno.
Bajo el título Acercando orillas: por un Caribe incluyente, el diplomático impartirá la conferencia inaugural del espacio teórico del evento, que durante cinco días proyectará miradas diversas a la historia, la cultura y la identidad de los habitantes del Caribe colombiano.