Las amadas animaciones de Walt Disney con temas literarios y del Caribe también

Cultura

altEn este verano 2013 las personas que estamos con la crianza de niños sabemos la importancia de las animaciones de Walt Disney. Sea porque vimos en alguna ocasión alguna de sus películas en la televisión, en el cine o para aquellos afluentes en riquezas porque fueron al Walt Disney World, la meca del entretenimiento veraniego para los puertorriqueños. Sea cual fuera la ocasión, la obra e ideas de este estadounidense han formado parte de nosotros por lo que amerita saber un poquito más de él, de esa forma apreciar sus animaciones.

Precisamente, en este verano vi con mis niños y quedé muy impresionado por la película titulada The Princess and the Frog, basada en un clásico de la literatura de los alemanes Hermanos Grimm. No obstante, esta animación tuvo la particularidad de estar ambientada en la cultura del Caribe, en Nueva Orleans, y de tener como personaje principal a una princesa negra, a diferencia del cuento original que era en Europa. Personalmente quedé asombrado del colorido en esta animación, y del detalle en los personajes. Además, la música jazz y blues de la banda sonora son majestuosas y resaltan lo mejor de nuestra cultura afro caribeña. También encontré fascinante que el malvado de la película es un brujo del Vudú, que utiliza esta religión mágico religiosa para seducir a muchos; y que por otro lado, había una brujita buena, que igualmente practica el Vudú para hacer el bien. Todos los personajes principales de la película animada son negros.

Es interesante como Walt Disney es percibido por sus biógrafos, al igual que otros magnates estadounidenses, como el mito del “self made man”, cuya una posible traducción pudiese ser la del hombre que se hizo con el sudor de su propia frente. El nació en el 1901 de padres de clase trabajadora, que se vieron forzadas a emigrar en varias ocasiones a varios pueblos y ciudades para subsistir. Su origen es indudablemente estadounidense, no obstante por la tendencia racista que impera en ese país se insiste en identificarlo por sus biógrafos con Europa. En ese sentido, dos de sus bisabuelos nacieron en Europa y tiene una ascendencia de inmigrantes de Irlanda, Inglaterra y Alemania. Es interesante que el apellido Disney sea el nombre en el pueblo de Inglaterra.

Desde muy joven, en la escuela secundaria Walt comenzó a destacarse en la caricatura. En ese período comenzó a trabajar en un periódico de Chicago haciendo animaciones sobre la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Luego trató de conseguir trabajo en otras ciudades, cosa que se le hizo difícil, por lo que finalmente fue reclutado por las fuerzas armadas donde estuvo destacado en Francia, meses antes de que finalizara la guerra.

Durante la posguerra, decidió junto a su hermano dedicarse plenamente a las animaciones y ambos se fueron para Hollywood, California, donde fundaron su primer estudio de animación. Allí aunque logró tener éxito como animador tuvo disputas legales con uno de los grandes estudios cinematográficos, sobre asuntos de derechos de autor. Finalmente, en el 1928 creó a Mickey Mouse y a partir de ese éxito su carrera como animador solo vio incalculables éxitos.

En sus inicios, las animaciones del estudio Walt Disney Pictures se destacaron por recrear clásicos de la literatura juvenil europea. El difundió con el cine a millones, las obras literarias que décadas anteriores fueron atesoradas por miles niños europeos, y algunos otros en el resto del mundo. Se dedicó a la animación cinematográfica de las obras de los Hermanos Grimm, de Alemania; La bella durmiente, La cenicienta, Blanca nieves, entre otros. Igualmente a otros clásicos de este tipo de literatura como Pinocchio del italiano Carlo Collodi, Peter Pan del británico James Matthew Barrie y Alicia en el País de las Maravillas del también británico Charles Lutwidge Dodgson. En adición, animó clásicos de literatura más contemporánea como Bambi del estadounidense Felix Salten, con un profundo contenido ecológico, que denuncia la crueldad de la cacería y el maltrato a los animales. También se destacó con la difusión de música clásica y semi clásica, con una película de animaciones que tituló Fantasía.

Las animaciones de Walt Disney, muchas hechas a mano mediante un proceso único que toma años en producir, como una línea de producción artística, son obras de arte en cada corte y cada segundo. A casi 100 años de sus inicios Walt Disney se ha convertido en una personalidad que ha trascendido diferencias nacionales y religiosas, entre otras. Son patrimonio de la humanidad dirigida a los niños

Los títulos de Walt ostentan entre los cientos y han dado alegría y conciencia a millones de niños y varias generaciones, en todo el mundo. Además de sus animaciones Walt Disney se ha caracterizado como un imperio capitalista; que comprende grandes estudios de películas, parques de diversión, y participaciones en múltiples industria con decenas de afiliadas. No obstante, los pilares de este imperio han sido los temas literarios que Walt difundió en sus animaciones.