Hay reunión en la cima, dice el cantante Andy Montañés. En esa media, en el día de hoy los representantes de la política exterior de Rusia y de los EE.UU se habrán de reunir en Suiza, para intentar darle una solución pacífica al conflicto de Siria. En particular al uso de armamento químico.
Esta cumbre hoy, es literalmente hablando una reunión en la cima. Se trata de volver, por la puerta de atrás, a los tiempos de la guerra fría, donde dos países conversaban y resolvían los problemas según su parecer. Hay algo de eso hoy. La diferencia al pasado, no obstante, es que los EE.UU mantiene una fuerte vinculación aún con el llamado complejo-militar industrial; por otro lado está Rusia, un país un tanto transformado, con menos capacidad económica y militar, pero aún gozando de una larga tradición política de relaciones internacionales. El diálogo que ellos hoy sostengan, si crea una oportunidad única: reformula el pensar que la fuerza militar es la única solución a los conflictos.
La situación en Siria no produce más resultados hoy que muertos. Es un conflicto, en el cual una guerrilla que no articula ningún tipo de opción política, ha logrado con el co-auspicio de los EE.UU, Arabia Saudita y otros países, prolongar por dos años una guerra civil sin victorias aparentes. Por otro lado, esta Siria, país de entronque institucional fuerte, el cual con sus aliados perfectos en Irán, Rusia y China, tiene la capacidad militar para aguantar y dar golpes contra una insurgencia que nunca termina. No obstante, en el proceso va muriendo gente, mucha gente.
La puerta de la negociación que hoy se abre, no se debe limitar a negociar las armas químicas sino a buscar una salida honrosa para todas las partes en el conflicto. Si esto se logra, entonces, se podría pensar en una solución similar para tantos otros conflictos, como Afganistán y Egipto, entre otros.
Lo que se abre hoy en la reunión en la cima en Suiza, es garantizar que los problemas de la humanidad se pueden resolver negociando.