El ghetto de Santurce

Cultura

Ha pasado un año desde que los varios movimientos urbanos reclamaron las paredes del distrito de Santurce.  Este distrito cubre desde Barrio Obrero hasta Miramar, a lo largo de las avenidas Ponce de León y la Fernández Juncos.   Por otro lado, hay momentos que se extiende al norte en la región de la calle Loíza,  inclusive hasta el distrito del Condado.  Pero el Santurce puro y duro es el primero, como decía Chamaco Ramírez  junto a Willie Rosario en la canción “de Barrio Obrero a la 15, un paso es”.

Pero ese Santurce del cual hablamos, es uno que ha perdido la capacidad de integrar de forma satisfactoria a los sectores sociales que allí habitan. Como parte de esta integración, se requiere que se den las condiciones mínimas para su auto-reproducción, social y económica, como a su vez garantizar un bienestar para los moradores de esta región.  Santurce, mas allá de su lógica comercial y empresarial, es un pueblo urbano con grandes sectores residenciales como lo son el área de Barrio Obrero, los barrios marginados como Tras talleres, Altos del Cabro, la 23 abajo, la Colectora, entre otros; y también los barrios más afluentes como Miramar.

No obstante, los principales corredores de esta región se han transformado de forma decadente en lugares sin fe ni optimismo.  Se trata de cuadras y cuadras de edificios abandonados, de edificios destruidos sin opción alguna a su remodelación, y de espacios convertidos en lotes baldíos.  De igual forma, en el municipio de San Juan,  en particular en los dos corredores principales de Santurce, la avenida Ponce de Lean y la avenida Fernández Juncos, se ha convertido en los pasados meses en el lugar con mayor concentración de asesinatos, promediando entre tres y cuatro muertos mensuales en esta región.

La única expresión de vida, de forma contradictoria, que tiene empuje en Santurce son los movimientos culturales de arte urbano, llamados murales o grafitos. Estos provocan arte, alguna de calidad aunque no sea contextual al país. No obstante de forma contradictoria abonan al sentido de abandono en que vive la región.  Es un arte que se pierde en la decadencia de la región.

Dicho lo anterior, y sobre todo luego de un año de vivir de forma intensa los distintos movimientos de arte urbano, uno se puede preguntar si la colonización visual provoca alguna mejoría para los Santurcinos.  La contestación es en la negativa.  Es decir, el arte urbano, junto a la ausencia de inyección de capital y a los asesinatos, solo asisten en transmitir que nos encontramos en un ghetto.  Lamentable que sea el ghetto de Santurce.