10 muertos, un hospital contaminado, y la renuncia de un secretario; pero no nadie es negligente

Justicia Social

altEn el día de ayer el secretario de salud, el Dr. Francisco Joglar renunció de forma sorprendente a su cargo y junto él varios miembros de su staff. Por otro lado, el gobernador don Alejandro García Padilla le aceptó la renuncia inmediatamente, pero lo curioso es que no lo se logra vislumbrar las razones verdaderas por las cuales el ahora ex secretario renunció, ya que son muchas las posibilidades, pero a ciencia cierta no se le ha explicado la verdad al pueblo.

En los casos de impericia médica es de conocimiento la mala práctica de algunos de espulgar los expedientes, una vez el equipo médico sabe que cometió un acto de responsabilidad civil extracontractual, y que la parte afectada tiene intención de instar una causa de acción; analizan los expedientes médicos, palabra por palabra, antes de sometérselos a un tercero. El efecto de eso es que los hechos fácticos de un caso son preparados de tal forma que nadie tendrá culpa, y para el equipo legal se convierte en un verdadero puzle para encontrar la verdad. Es importante distinguir que en este caso en particular no se ha formulado ni probado alegación alguna de mala práctica o de actos ilegales, cometidos por parte de miembros del Departamento de Salud o del Hospital de la Universidad en Carolina. No obstante, cuando hay serias irregularidades, inclusive 10 muertes en el Hospital de la UPR y nadie tiene la culpa nos ponemos críticos.

Lo que sí sabemos es la renuncia efectiva de Joglar y que hay una nueva secretaria de salud interina, la Dra. Ana Rius, que ha aceptado la designación a plenitud. Además, sabemos que han habido 10 muertes en el Hospital Universitario de Carolina y que también que hubo en dicho hospital una contaminación de la bacteria Acinetobacter Baumannii.

Actualmente, el país no tiene un Secretario en plena función para el Departamento de Salud. Asunto que es vital; para la administración de todos los protocolos de salud del país; también para implementar la política pública de salud del gobierno; para atender situaciones de salud de epidemias y virus, como la influenza y el dengue; entre otros asuntos de suma importancia.

En un justo contexto, esta crisis en del Departamento de Salud, en la UPR y en el Gobierno no es un juicio, y la verdad absoluta no tendrá que salir a relucir, por lo que habrán entonces muchas verdades y no solo una verdad, con mayúscula. No obstante, hay 10 muertos, decenas de familiares afectados por ello y lo insólito, que nadie hizo nada negligentemente; la bacteria está en vías de ser contenida, esta bacteria no ocasionó las muertes, y el secretario renunció para proteger a “personas arriba de él, pero no hizo nada mal”, comentaron ayer a la prensa personas apoyando a Joglar.

Ante ese puzle de realidades y verdades incompletas, veremos cómo los asuntos relacionados con la salud serán atendidos en lo que resta del cuatrienio, y esperamos que estas situaciones lamentables no se repitan.