La cultura de la pureza

Cultura

altMe preocupa que luego de 40 años o más el género de la música salsa en Puerto Rico siga produciendo los mismos sonidos musicales. Me preocupa que la música de la montaña, la gibara, luego de más de 200 años, siga produciendo los mismos sonidos musicales.

Lo que más me preocupa no es lo estático de estos dos ritmos u otros ritmos, sino el hecho de que nadie desea promover algún tipo de evolución en los géneros musicales descritos.  Es como si nos en encantara permanecer en una posición y reclamar algún tipo de pureza.

Lo anterior es preocupante pues parte de la premisa que los géneros musicales como otros comportamientos culturales, no evolucionan. En lo cual mantener algún tipo de pureza o condición estática es lo correcto.  Esto curiosamente crea unos impresionantes debates en torno a los comportamientos culturales que mantienen un continuismo en el quehacer cultural y social, y otros de rompimiento los cuales son más rechazados o marginados.

Tomemos un ejemplo para ilustrarlo: para la gran mayoría de las orquestas de salsa en Puerto Rico, continuar ejecutando musicalmente sus éxitos de la década de 1970 es lo correcto.  Entonces, tanto la orquesta como su audiencia, cada vez más son representativas de un mundo de los mayores.  De personas que están entradas en sus años, y para quienes nada ha evolucionado.

Contrario a lo que pasa en Puerto Rico, por ejemplo, en Cuba la música está en continuo proceso de evolución.  Es interesante pensar en una orquesta como Los Van Van, la cual a pesar de tener la misma dirección y gerencia por sobre 40 años, ha evolucionado continuamente en lo que es, cuando mínimo, su línea de cantantes y la diversidad de géneros que a partir de la música llamada salsa, estos ejecutan.

En fin, que mientras intentemos mantener todo puro y sin cambios, estamos condenados a un estatismo que nos puede llevar a desaparecer.