Solo ha sido el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano el grupo que ha indicado que la crisis en el Hospital Universitario de Carolina responde a los problemas asociados con la privatización o subcontratación de servicios no esenciales. Sea cierto esto, la conversación entonces en torno a la crisis de este hospital cambia.
En los pasados 15 meses, entre 12 y 35 personas han muerto en este hospital producto de una bacteria. En momentos se hace claro cual es la bacteria, y en otros momento desaparece y solo se habla genéricamente de la misma. Intervino el gobierno actual, como también han intervenido la agencia federal de Washington para el control de enfermedades. En fin, todo el mundo ha opinado. Ya se fue un secretario de salud, despedido, como también los subsecretarios de salud, y así también el administrador del hospital. Se trata de un escándalo político.
Más que nada se trata de un momento para pensar. En particular como resolver esta situación que tiene maltrecha a la población de Carolina, fundamentalmente de sectores asalariados, pobres y negros. El gobierno ha puesto en marcha dos comisiones que habrán de investigar la situación y ponderaran los niveles de responsabilidad y sobre todo como rectificar la situación.
Curiosamente, se trata de una investigación sobre un bien de servicios de salud aún público. No quedan muchos hospitales aún en esta categoría de públicos, aunque el Hospital Regional de Carolina además de ser público es uno universitario.
Nos parece que hay que atender la causa de la bacterias o bacterias que afectan este hospital. Más allá de concentrarnos en imponer responsabilidades, es en ofrecer un servicio de calidad. En particular porque la salud es un bien muy preciado que no debe ser ni menospreciada ni privatizado el servicio. Ahora bien, aunque público, debe ser un buen servicio para la población.