Manifestación en repudio a la Sentencia de Tribunal Constitucional dominicano

Política

altDurante el día de ayer 1 de octubre de 2013 a las 3:00 pm, un representativo grupo de manifestantes se reunió en la avenida Ponce de León, de San Juan de Puerto Rico, al frente del Consulado de la República Dominicana en repudio de la Sentencia del 23 de septiembre del Tribunal Constitucional de ese país, (Sentencia número 168-13). En síntesis, esta opinión judicial les negó los derechos de ciudadanía a más de 40 mil personas nacidas en la República Dominicana, por el hecho de ser descendientes de haitianos, haciéndolo retroactivo al 1929.

La manifestación fue convocada por varios grupos de dominicanos en la Isla: el Comité Pro Niñez Dominico Haitiana, el Comité Dominicano de Derechos Humanos, el Centro de la Mujer Dominicana, el Movimiento de Unidad Obrera Dominicana, el Movimiento de Solidaridad Humana y el Grito de las/os Excluidos se unen al reclamo internacional por el derecho a la nacionalidad de las/los dominicanas de ascendencia haitiana. A estos se les unieron líderes haitianos y el público solidario. En ese sentido, la manifestación de ayer fue una expresión de solidaridad antillana.

Consecuentemente, la convocatoria unió a varias actividades en el mismo lugar, todos en gesto de apoyo hacia los inmigrantes haitianos en la República Dominicana, según le informó a EPA la señora Olga Herrero una de las organizadoras del evento. Entre las manifestaciones conglomeradas estaba la colocación de una ofrenda floral, en homenaje a la vida del destacado líder comunitario dominicano Saúl Pérez, que precisamente murió en ese lugar.

Entre los manifestantes, EPA pudo entrevistar al párroco de la iglesia San Mateo de Santurce, de la cual corresponde geográficamente el Consulado, y que es de nacionalidad haitiana. El religioso expresó su censura hacia la Sentencia y manifestó que la misma responde a un profundo odio racial que existe en la República Dominicana. En en ese sentido expresó, que él había residido en varios países del mundo como España, Italia, Guatemala, México, Francia, entre otros y nunca había presenciado un pueblo tan racista como el dominicano. Prejuicios que dijo no entender, ya que los dominicanos son igualmente negros como los haitianos. Además, explicó cómo el texto de la susodicha Sentencia es discriminatorio, específicamente dirigido en contra los haitianos inmigrantes en ese país, ya que cualquier persona que tuviese ascendientes de otra nacionalidad no le aplicarían esa disposición constitucional.

El clericó haitiano justificó su protesta, sugiriendo cómo sería la reacción de los dominicanos en Puerto Rico, en el caso de que hubiese una sentencia discriminatoria de este tipo. Su preocupación está en cuanto al estatus de “limbo” jurídico que se encuentran miles de familias de ascendencia haitiana, por no contar con la ciudadanía de la República Dominicana ni la de Haití. Finalmente, el sacerdote concluyó expresándole a EPA la seriedad del asunto diciendo que “ser negro no es un pecado”.

Al día de hoy, existen grandes tensiones como consecuencia de esta Sentencia, por lo que el gobierno de la república de Haití ha roto sus relaciones diplomáticas con Santo Domingo y ha ordenado la retirada de su embajador en Santo Domingo. Además, la Sentencia ha sido criticada severamente en cuanto a su legitimidad en Derecho Constitucional e Derecho Internacional en distintos foros internacionales por distinguidos juristas.