Santo Domingo- El presidente dominicano, Danilo Medina, reconoció ayer la necesidad de solucionar la situación de sus compatriotas de ascendencia haitiana, que están carentes de nacionalidad de manera oficial.
No sé si legalmente se ha cometido una injusticia, pero hay un problema humano que debemos resolver, comentó a reporteros el jefe de Estado tras un recorrido por la mina de oro que explota la empresa trasnacional Barrick Gold en la central provincia de Sánchez Ramírez.
Manifestó que ayer escuchó a representantes de organizaciones defensoras de dichas personas, afectadas por la decisión del Tribunal Constitucional el pasado 26 de septiembre.
Esa instancia determinó negar la nacionalidad a los hijos de inmigrantes indocumentados y en tránsito, una sentencia de manera retroactiva a 1929 y con el mayor impacto en descendientes de haitianos.
A los hijos nacidos en el país de padres extranjeros en tránsito no les corresponde la nacionalidad dominicana, señaló el dictamen que amplía el margen de aplicación de las leyes existentes. Tampoco podrán solicitar el status de residente permanente aquellos nacidos cuyos progenitores sean extranjeros indocumentados que viven en Dominicana.
El dignatario se mostró muy receptivo con el caso, subrayó el padre Mario Serrano, del Centro Bonó de investigaciones sociales, quien encabezó el grupo recibido por Medina.
Comentó que el mandatario se comprometió a hacer contactos con otros poderes del Estado para buscar una salida a la situación creada tras la sentencia del referido tribunal.
Además de Serrano visitaron al presidente Antonio Pol, coordinador de la Red Jacques Viau, y Ana María Beliqué, vocera del movimiento Reconoci.do. El Tribunal Constitucional tomó dicha determinación ante la solicitud de amparo de una hija de inmigrantes haitianos nacida en la provincia de Monte Plata para demandar a la Junta Central Electoral (JCE) que le proporcionara documentación como dominicana.
La afectada ha vivido en dicho territorio sus 29 años de edad y tiene cuatro hijos, quienes tampoco podrán optar por su nacionalización.
Si bien nació en suelo nacional, la recurrente es hija de ciudadanos extranjeros en tránsito, lo cual la priva del derecho al otorgamiento de la nacionalidad dominicana, dictaminó el Tribunal.
Al mismo tiempo, ordenó a la JCE auditar los libros de nacimientos del Registro Civil desde el 21 de junio de 1929 con el fin de ajustarlos a los criterios establecidos en el fallo.