La sociedad civil gran caribeña hace un llamado a los gobiernos para que detengan el crimen, no la vida

Justicia Social

El 10 de octubre de 2013, 11vo Día Mundial contra la Pena de Muerte, el Gran Caribe por la Vida hace un llamado a todos los gobiernos de los países que retienen la pena de muerte en el Gran Caribe para que de manera urgente y efectiva atiendan el problema de la criminalidad sin recurrir a la pena de muerte.

El llamado fue realizado por representantes de la sociedad civil de 12 países caribeños en reunión del 1 y 2 de octubre de 2013 en Puerto España, Trinidad y Tobago, donde se debatió el tema de la pena de muerte en el contexto de la seguridad pública.  La reunión concluyó con la constitución formal del Gran Caribe por la Vida, una organización compuesta por individuos y organizaciones gran caribeñas que se oponen a la pena de muerte.  El fin último del Gran Caribe por la Vida es lograr de manera permanente la abolición de la pena de muerte en todos y cada uno de los países que componen el Gran Caribe, y la creación de una cultura de respeto por el derecho a la vida y la dignidad inherente de todos los seres humanos.

La región gran caribeña ha estado libre de ejecuciones desde que Cuba dejó de ejecutar en el 2003 y luego de la última ejecución en San Cristóbal y Nieves en el año 2008.  El número de sentencias de muerte impuestas en la región ha disminuido, con tan solo tres países (Barbados, Guyana y Trinidad y Tobago) que han impuesto 12 sentencias capitales en el 2012.  Trinidad y Tobago y Barbados son los únicos países anglo parlantes que retienen la pena de muerte mandatoria o preceptiva para todos los casos de asesinato.  La imposición mandatoria de la pena de muerte se considera una privación arbitraria de la vida, pues no permite la posibilidad de tomar en cuenta las circunstancias particulares del acusado, ni las circunstancias particulares del crimen.

La tasa de asesinatos en el Caribe ha aumentado en los pasados 10 años.  Los gobiernos de la región ante dicho incremento han presentado la pena de muerte como mecanismo de control, no  empece la inexistencia estadística de efecto disuasivo de la pena capital, y obviando la implementación de soluciones verdaderamente efectivas para prevenir y controlar el crimen a largo plazo que además tomen en consideración las necesidades de las víctimas desde un abordaje o acercamiento de justicia restaurativa en el sistema de justicia criminal.

Bajo el lema “Detén el crimen, no la vida” en el Día Mundial contra la Pena de Muerte, el Gran Caribe por la Vida exhorta a las autoridades de las naciones caribeñas a poner énfasis en perfeccionar la capacidad de la policía para detectar y esclarecer crímenes y la capacidad de la judicatura para resolver los casos de manera expedita, respetando a la vez el derecho internacional de los derechos humanos y los respectivos estándares y normas.  También solicita a las autoridades que implemente medidas efectivas para abordar las causas verdaderas de la criminalidad y la violencia, tales como el desempleo, la disparidad económica, la falta de apoderamiento de las comunidades y la limitada e insuficiente asistencia a las familias de las víctimas, entre otros.  Dichas medidas acompañadas por acción gubernamental dirigida a conformar el derecho penal a los estándares internacionales, llevará a la región caribeña hacia la abolición total de la pena capital.

Para más información comuníquese con Leela Ramdeen, Presidenta del Gran Caribe por la Vida al número telefónico          1 868 299 8945