Malala Yousafzai es inspiración para las mujeres del Caribe

Justicia Social

altEl viernes pasado, el Comité noruego del Premio Nobel de la paz informó a los medios que la joven paquistana nominada, Malala Yousafzai no sería premiado con el prestigioso galardón.  La joven adolescente, que ha sido la más joven en ser nominada con 16 años de edad, ha sido premiada con otros importantes premios y tuvo una importante exposición en los medios a nivel internacional, donde no vaciló en denunciar las constantes violaciones a Derechos humanos, por parte de los talibanes en Paquistán.

No obstante, lo más penoso fue que una vez sabida la noticia, de que no ganaría en premio, el Talibán expresó a los medios su alegría y continuaron su campaña de descrédito con la joven y a todas las mujeres islámicas.  En ese sentido, el ejemplo de vida de Malala es inspirador y debe servir de ejemplo para todas las mujeres del Caribe, una zona caracterizada por un rampante machismo, discrimines y desigualdades por género.

La historia de Malala es conmovedora; cuando vivía en Paquistán, en una zona controlada por el grupo fundamentalista islámico Talibán, se le prohibió asistir a la escuela.  Posteriormente, ella denunció su situación al mundo en un documental producido por el periódico The New York Times.  Luego de muchas luchas, acosos y aislación por parte de la sociedad hacia ella y su familia logró ir a la escuela, que era lo más que deseaba.  Así las cosas, de camino a su escuela en una guagua escolar fue disparada varias veces en un atentado por fanáticos islamistas del Talibán, ella sobrevivió pero 2 niñas fallecieron.  Luego de una operación en Gran Bretaña, Malala se quedó en ese país para poder estudiar.

Aunque no ganó el Nobel de la paz, Malala ha sido premiada con importante premios como el Sájarov que otroga el Parlamento de la Unión Europea y el Simone de Beauvoir en Francia por defensa de los derechos de la mujer.

Nosotros en el Caribe vivimos en una realidad similar a las mujeres en zonas ocupadas por el Talibán.  En nuestras latitudes miles de mujeres, de todas las edades, desde adolecentes hasta ancianas son víctimas de violencia por género.  En ese sentido, los crímenes pasionales son algo lamentablemente común, donde las mujeres viven aterrorizadas de parejas celosas.  Igualmente, los trabajos con mejores salarios y de mayor poder están en manos de hombres, donde sistemáticamente han excluido a las mujeres.  Por esa razón la adolecente Malala nos recuerda que la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres es algo relevante en el Caribe y el mundo, aunque no le hayan dado el Premio Nobel.