Se dice que una cofradía es un tipo de asociación donde la gente se junta para alcanzar algún tipo de beneficio mutuo. En el caso de Puerto Rico, y ante las vueltas curiosas que da la vida, un grupo de escritores y escritoras, en su mayoría egresados del programa graduado de Creación Creativa en la Universidad del Sagrado Corazón, se juntó para darle vida a su cofradía. Es una curiosidad, de esas que uno no las piensa, pero de repente están ahí, aportando al desarrollo de un mejor país.
Distinto a otros encuentros de escritores y escritoras, la Cofradía de Escritores de Puerto Rico, se ha pensado como un tipo de gremio cooperativo para impulsar el quehacer y bienestar de esos que la conforman. A manera de ejemplo, este colectivo de escritores y escritoras, convocó a su grey a participar en el Festival de la Palabra, no solo de formas activas como ponentes y presentadores de sus obras, sino también como empresarios literarios a través de la aportación común para el alquiler de un espacio promocional dentro del festival. Con una aportación de $50.00 USD por escritor/a, estos lograron comprar el espacio y a partir de dicha plataforma participaron todos y todas en la venta de sus libros y en la promoción de sus actividades individuales y colectivas.
Coordinados en este momento por la escritora María Zamparellì, y según esta nos explica, la “intención es tener un grupo de encuentro y apoyo de escritores y escritoras que sea de Puerto Rico”. Esto sin lugar a dudas tiene valor, cuando se comparan otros encuentros de escritores y escritoras, como el Pen Club de Puerto Rico, los cuales reflejan, entre otros asuntos, los intereses de organizaciones en los EE.UU.
De nuestra parte debemos celebrar este tipo de iniciativas, como lo es la Cofradía de Escritores y Escritoras de Puerto Rico. Se trata de un valioso encuentro que promueve causas comunes a partir de los comunes – escritores. Importante promocionar en términos generales, todo tipo de asociación que promueva a través de la escritura a esos y esas que definen la pauta.
Que sea la Cofradía de Escritores un punto común de encuentro de aquellos y aquellas que se dedican a plasmar la palabra por escrito. Que sirva esta iniciativa para valorar de forma positiva, el arte de escribir.
Que vuelvan todos y todas ellos, a la próxima edición del Festival de la Palabra, pues merece contar este evento con escritores y escritoras de la talla de esos vinculados a la cofradía. Sigamos en la ruta de hacer país. ¡Aché!