El secretario de educación de Puerto Rico, Rafael Román, notificó que habrá de cancelar de forma sustancial, el contrato de seguridad que su departamento tiene con una compañía privada de seguridad. La compañía, Génesis, factura $87 millones de dólares al año por proveer seguridad a 833 planteles escolares, en horarios de 10pm a 6am.
Nos parece que la decisión tomada por el Dr. Román es la correcta: el sistema de educación no debe emplear cerca del 10 de su presupuesto anual en servicios de seguridad nocturna. Que estemos claro, lo que entra en juego es la posibilidad de ser víctimas de vandalismo u otras actividades, no obstante el Dr. Román privilegió la educación ante la seguridad.
Me parece que la postura adoptada es una de privilegiar un concepto distinto sobre el cual el sistema de educación se debe ceñir. Este es el de concentrarse en su razón principal, ofrecer educación a los niños y niñas del país en las edades de 5 a 18 años. Por ende subsidiar o no a una compañía de seguridad que emplea a 2300 personas para ofrecer seguridad, lo cual no avala en nada al bienestar de los estudiantes, es un punto a considerar.
Dicho lo anterior, los planteles deben ser protegidos de forma tal que no se afecten los mismos por personas ajenas a los mismos. Ahora bien, ¿podríamos ofrecer alguna alternativa que no sea una agencia de seguridad? Si estuviéramos en otro país, pensaría que podríamos activar algún tipo de comité de bienestar comunitario que se encargara del cuidado de las escuelas. Por otro lado, desarrollaría campañas sociales, en torno a la protección de las facilidades educativas. También podría crear un sistema mucho más integrado con las policías municipales para que estas ofrezcan el servicio nocturno de cuido a dichas facilidades.
Me parece que el secretario abrió la puerta para salirnos del paradigma de la seguridad en el sistema escolar de Puerto Rico. Ahora debemos de promover algún tipo de solución sustentable para garantizar el bienestar de la comunidad escolar.