Loiza, la paz y la persistencia de la violencia

Política


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El domingo pasado, a eso de las 9pm, hubo una masacre en el pueblo costero de Loiza, Puerto Rico.  Se trataba de la segunda masacre ocurrida en dicho pueblo-municipio en espacio de siete días. La anterior, también en domingo, había ocurrido entrada la madrugada. En ambos episodios cuatro personas fueron asesinadas.  Estos dos eventos lamentables, ocurrieron en un tramo geográfico conocido por Piñones, el cual es uno de los lugares más populares de Puerto Rico,  donde de jueves a domingo, las familias y personas se reúnen a pasarlo bien por costos módicos.  Loiza se le conoce como el pueblo de la tradición.  Es un municipio fundamentalmente de afro-descendientes, y es la cuna de la cultura africanista que reside en Puerto Rico.

La última masacre tocó muy de cerca a muchos en la comunidad. La misma ocurrió al final del día, luego de haberse organizado una bicicletada por la paz, la cual culminaba en un lugar frente a la playa, con una fiesta al aire libre.  Los participantes de la bicicleta, la mayoría residentes de Loiza, eran jóvenes que en muchos casos son parte de los conflictos de violencia, pero que en el proceso de pacificación y transformación del conflicto han aprendido a por lo menos convivir en paz y harmonía en días donde se comparte por el bien común.

Todo indica, como comentara desde el principio la líder comunitaria Mary Cruz, que se trató de un conflicto entre la familia organizadora de la bicicletada y no de los muertos ese día, que había venido a resolver una vieja disputa. Al parecer este fue el motivo: el pasado, la memoria individual y colectiva, que una persona guardaba sobre un evento con otras personas de la propia comunidad.

A lo largo de los pasados 20 meses, la paz de Loiza se ha garantizado por un novedoso proyecto llamado Acuerdo de Paz, organizado bajo el manto de Taller Salud (la organización feminista más antigua de Puerto Rico, con sede principal en Loiza).  Acuerdo de Paz ha logrado reducir los niveles de violencia de forma dramática en dicho municipio. Este municipio se compone de tres grandes regiones: Piñones; Loiza barrios, a lo largo de la carretera 187; y Loiza Valley, una urbanización separada del resto del municipio.   En lo que va del años, en los barrios de Loiza, como en la urbanización de Loiza Valley, la violencia interpersonal se ha controlado en sobre un 60% en comparación al año 2012, y en sobre un 75% en comparación al año 2011.  En lo que va de año en dichas dos regiones, apenas nueve asesinatos han sucedido, esto en una población general de 35 mil personas.  No obstante, en lo que va de año, en la región de Piñones, donde no opera el proyecto Acuerdo de Paz, se han dado 12 asesinatos, ocho de ellos (divididos en partes iguales) en dos masacres acaecidas en menos de siete días.

Realmente hablando el problema versa en que el modelo exitoso de Acuerdo de Paz no ha podido ser introducido en la región de Piñones por falta de recursos, y también por la propia naturaleza de dicha región: área comercial donde las personas están de tránsito, y con una limitada sección de residencias y personas que viven allí de forma permanente.

Dicho lo anterior, tanto la pasada administración política de Puerto Rico, dirigida por el entonces gobernador Luis Fortuño, como la presente administración política dirigida por Alejandro García Padilla, ambas han tenido la visión de confiar en las formas comunitarias de respuesta a la criminalidad y violencia.  En otras palabras, Loiza se encuentra muy distante de otros modelos nacionales de control de la criminalidad, que creen en la mano dura. En Loiza el dialogo incluyente, la integración de los buenos y los malos en una visión de proyecto común comunitario, y sobre todo el deseo de garantizarle el bienestar a toda persona, han logrado transformar dramáticamente los índices de criminalidad y violencia.

Ahora, luego de dos masacres, el reto es trabajar en Piñones.  Con pocos recursos, Acuerdo de Paz, las nueve personas que facilitan el proyecto en Loiza habrán de extender el diálogo y calmar esta región. Confiamos, como lo hemos hecho en el resto de Loiza, que estas personas podrán resolver la presente situación.