¿Es Puerto Rico un referente cultural global?

Cultura


El pasado 18 de abril, se presentó en Puerto Rico las llamadas Estrellas de Fania.  La Fania, como se le conoce popularmente, es una organización musical que desde 1968 ha determinado la pauta en el desarrollo de la salsa. Fundada por un argentino, Jerry Masucci, y por un dominicano, Johnny Pacheco, la Fania, se estableció como el principal gestor del desarrollo de la salsa, y de los artistas que bajo dicho sello firmaron contratos de representación y producciones discográficas.  Hoy, distinto a la década de 1950, Cuba no es el referente musical de la salsa o ritmos latinos, a nivel mundial. Curiosamente, y a partir de la Fania, el referente cultural de la salsa a nivel global lo es Puerto Rico.



De igual forma, a partir de la década de 1990, y la emergencia de un ritmo pegajoso que el General (Edgardo Franco, nacido en Panamá en el 1964),  acuñó como reggaeton, los boricuas se apropiaron de dicho tema, fundiéndolo  con las versiones locales de hip hop (Vico C, Falo, entre otros) lo cual dio paso a la emergencia de dicho ritmo a nivel global. Hoy en el mundo, y muy a partir de Daddy Yankee y su pegajoso tema “Gasolina”, la gente baila al ritmo de reggaeton. En América Latina, cantantes como Don Omar, Wisin, Yandel, Arcángel, entre otros, son referentes mandatorios cuando se habla de este género.

Entonces surge de forma dominante la figura del grupo de música urbana, en la modalidad de música de protesta, Calle 13. Esta agrupación musical de Puerto Rico, se ha consolidado en el continente americano, desde los EE.UU hasta Argentina, como el referente más importante de música de protesta cultural, desde los jóvenes y para todos los sectores sociales, predominantemente las clases medias continentales.

Entonces, visitando a Cali descubro que todos los referentes musicales que se bailan en esta distinguida ciudad de Colombia, son de origen puertorriqueño.  Es decir, nuestros músicos se constituyen en embajadores culturales de Puerto Rico, y la gente los admira por su calidad y talentos musicales. Pero también los escuchan.  En particular escuchan lo que René Pérez de Calle 13 tiene que decir antes las injusticias que aún se viven en todo este continente.

Ahora bien, ¿reconoce el gobierno de Puerto Rico, el actual como los pasados gobiernos, la contribución cultural que hacen los gestores de ritmos populares, a beneficio de nuestro país?  No estoy seguro.

A manera de ejemplo sugiero lo siguiente:  primero, el pasado 18 de octubre, cuando las Estrellas de Fania, por espacio de tres meses habían anunciado que estarían en Puerto Rico (por primera vez en 14 años), el gobernador Alejandro García Padilla, optó por organizar una fiesta privada en la discoteca Brava de un hotel de Isla Verde, para bailar al ritmo de la música de los EE.UU, y cobrarle a sus amigos y amigas sobre 300 dólares la entrada.  Se trata de un error de cálculo político terrible que represente pobre asesoramiento por parte de sus ayudantes políticos.  Las Estrellas de Fania son Puerto Rico, y en el 2014 se van de gira mundial. Se trata de nuestra versión, por la edad de los músicos, de la contribución de Cuba en el Buena Vista Social Club.  El gobernador debió haberlos recibido en su oficina, y estar allí con ellos en ese concierto.

Segundo, el gobernador García Padilla nombró hace unos meses una ilustre comisión para proponer una agenda cultural del nuevo milenio para Puerto Rico.  Veo las reuniones públicas que están sosteniendo, y noto que a ninguna de ellas se ha invitado a los exponentes del ritmo de reggaeton. Es bien curioso, pero nuestros cantantes de dicho género, hoy transitan continuamente por América Latina, haciendo el bien y no el mal, y nadie, pero nadie, los reconoce.  Que gran oportunidad está perdiendo esta comisión para integrar al talento emergente, integrado fundamentalmente por jóvenes pobres, negros y de historias de vidas marginadas, aunque grandes artistas llenos de talentos.

En fin, necesitamos otra cosmovisión de país y de estado, para integrar lo que ya somos: un referente cultural a nivel global.