Periodismo malo…

Justicia Social

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El pasado domingo un ciclista fue atropellado en un municipio al norte de Puerto Rico. Es un hecho lamentable. Ayer, luego de un uso adecuado de la tecnología de cámaras de monitoreo en las carreteras del país, se examinó el momento en que el ciclista había sido atropellado. Un momento muy lamentable. Entonces se obtuvo el número de registro del vehículo, y se citó al dueño registral del mismo. Una persona que se indica es el padre del joven que conducía el vehículo y atropelló al ciclista, dándose a la fuga. Sin lugar a dudas algo terrible.

Ahora bien, esa no es la noticia que deseamos examinar. Lo que queremos examinar es otro asunto: el rol que ha asumido la prensa escrita y mediática de Puerto Rico al convertirse en brazos o extensiones del aparato de justicia criminal del país al momento de investigar un crimen. Esto es curiosísimo, pues el periodismo, tanto el impreso como el de televisión, dejan de ser críticos y asumen una postura policiaca de los buenos ante los malos, y reproducen sin cuestionar la lógica del investigador de turno.

En el caso del ciclista, la situación antes descrita, fue la dominante. Una periodista de televisión se personó al cuartel de policía donde el supuesto padre del supuesto conductor joven, compareció como parte de la investigación, y le increpó preguntas tal si el padre, sin el hijo, fuera el responsable absoluto de lo ocurrido. Es muy curioso, pues se impone la presunción de culpabilidad antes que la presunción constitucional a la inocencia. Pero peor aún, el tono y el tipo de preguntas que sugiere la periodista, hacen sentir mal a cualquiera, incluyendo a uno como tele espectador ante esta situación.

En fin, que el periodismo, en todas sus vertientes, debe cuidarse en no asumir la voluntad del estado de forma no crítica. No se trata de preguntar y de no hacer. Se trata de diferenciar los roles: quienes hacen preguntas policiacas sobre los buenos y los malos, los culpables e inocentes, son los policías, no los periodistas.