A un año de las elecciones, 11 meses en el poder

Justicia Social


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El gobernador Alejandro García Padilla acaba de cumplir 11 meses en el poder (el pasado 1 de noviembre).  No obstante, esta semana, el pasado 6 de noviembre, celebramos 12 meses de haber realizado los últimos comicios electorales, en el cual él y su partido, el Partido Popular Democrático, salieron victoriosos en las elecciones.  Esta semana, varios medios de prensa, sistemas mediáticos y analistas políticos, han analizado su mandato, y lo han puesto en perspectiva. 

No obstante, y de forma dominante se impone una voz y criterio, de que estos primeros 12 meses han sido un desastre.

Es complicado el argumento de que vivimos bajo un desastre político.  Es complicado, pues todo depende cual sea el criterio de medición que estemos utilizando.  Ante esto, y sólo a manera de recordatorio, a un año del pasado gobierno de Luis Fortuño, el pueblo que somos todos nosotros y nosotras,  participaba en múltiples demostraciones en contra de la peor y más dolorosa implementación de políticas neoliberales.  Para muestra un botón: el 15 de octubre de 2013, sobre 100 mil personas marchaban en contra del gobierno de Fortuño como parte de un paro general.

Ante el cuadro de nuestro pasado, me parece que el mejor acierto que tenemos para medir el actual gobierno, no es su plan de gobierno, el cual de facto se vino a implementar el pasado 1 de julio de 2013, cuando entró en vigor el nuevo presupuesto del país. Lo lógico sería evaluar a este gobierno por su desempeño una vez terminado su primer año de mandato, lo lógico desde una mirada de seriedad ciudadana sería evaluar una vez hayan implementado su plan de trabajo.  Toda crítica hoy, a menos de cuatro meses de haber entrado el nuevo presupuesto, el primero que controla el presente gobierno, es desconocer cómo opera cualquier gobierno, y sobre todo representa una inmadurez cívica.

Ahora bien, en lo que si podemos evaluar estos primeros 11 meses es en cuanto a la calidad de vida democrática que tenemos.  Nos parece entonces importante destacar lo siguiente:

  1. El valor que le ha dado este gobierno a insertar a Puerto Rico en una agenda Caribeña y Latinoamericana.
  2. El reconocimiento que le ha hecho este gobierno a las poblaciones migrantes no dominantes, en particular la comunidad dominicana residente en Puerto Rico,  la cual ha sido asistida desde permitirles conducir vehículos de motor legalmente, hasta por invitación a tener una legisladora en la Cámara de Representantes.
  3. La legislación pro la comunidad LGTTB, la cual posicionó a la colonia de Puerto Rico por encima del estado metropolitano en cuanto a derechos de igualdad se refiere.
  4. La política pro-medio ambiente, que se ha implementado a lo largo de estos 11 meses.
  5. Haber controlado a la policía de Puerto Rico, la cual venía en un patrón de abusos contra la población si paralelo alguno, y solo comparable con un momento similar en la década de 1930.

En fin, si tuviera que evaluar estos primeros 11 meses, diría que hoy tengo más democracia que ayer.  En  particular, a un mejoramiento en la calidad de vida democrática.  Tal vez es sobre esto que hoy, de forma seria, podemos criticar al presente gobierno.  El 1 de julio del 2014, y luego de un año de haber puesto en marcha su plan de trabajo, con un presupuesto diseñado por este nuevo gobierno, es que podremos decir, si ha fracasado o no.