En Puerto Rico la política no da tregua, y a pesar de que faltan tres años para las elecciones generales, no sorprenden los comentarios agitados provocados por los resultados de las primarias del Partido Nuevo Progresista (PNP).
La elección para llenar dos de los tres escaños para vicepresidente de la colectividad fue sin duda el primer forcejeo de poder dentro del partido de cara al 2016. Mal parado quedó su presidente, el comisionado residente Pedro Pierluisi, ante la elección del alcalde “equivocado” como uno de los vicepresidentes.
Mucho se ha hablado de sus aspiraciones para la gobernación en el 2016. Pero el domingo, se vió que a Pierluisi le faltan los biceps que necesita un líder indiscutible en Puerto Rico--biceps que convierten al puertorriqueño común en un fiel creyente. Piénselo. Suficientes alcaldes y/o miembros de comités municipales del PNP hicieron caso omiso a las llamadas de Pierluisi y del Presidente de la Federación de Alcaldes, Héctor O’Neill, para que votasen por Aníbal Meléndez, el alcalde de Fajardo, el mismo que se canta inapacible con el contrario.
El gran ganador del proceso fue el expresidente del Senado y todavía senador, Thomas Rivera Schatz, quien recibió el voto de cuatro de cada cinco delegados. El otro ganador fue Abel Nazario, el alcalde del pequeño pueblo cafetalero de Yauco. Que saliese Rivera Schatz, a quien muchos apodan “Tommy the Kid” por su lengua mordaz, no fue sorpresa. Es una figura tan imponente en el partido que hasta la gente que lo mira de reojo, lo respaldaban. Y esto incluye de una manera no muy secreta a Pierluisi, cuya postura pública de imparcialidad fue el chiste de la campaña. Nazario sobrepasó a Meléndez por solo 121 votos, y faltan por contar unos añadidos a mano, que son votos de delegados que no aparecían en las listas oficiales del partido. Fuentes dicen que no se espera que cambien el resultado.
Es el poder que todavía tiene sobre la maquinaria PNP lo que no permite descartar a Tommy the Kid para ninguna aspiración. Hay rumores que Tommy, quién enajenó a votantes fuera de su partido por su actitud dictatorial como presidente del Senado, está tratando, asesorado por un sinnúmero de expertos, de suavizar su imagen. Otra cara importante es la del hijo del ex-gobernador Pedo Rosselló, Ricardo “Ricky” Rosselló, a quién Nazario respalda. Pierluisi habrá guardado silencio, pero O’Neill comparó soslayadamente a Rosselló con un aguacate no maduro. El PNP, defensor de la estadidad para Puerto Rico, perdió control del Gobierno por apenas 11,000 votos a pesar de cuatro años de infierno bajo el ex-gobernador Luis Fortuño. Así es que el retorno de este partido al poder nunca es una posibilidad remota. En una conferencia de prensa para anunciar los ganadores, Pierluisi se dirigió apresuradamente a los presentes en el comité del partido, marchándose antes de que entrase Nazario para felicitarlo.
Nazario se quejó que no lo dejaron entrar a él y su comitiva hasta que Pierluisi terminase de hablar. El director ejecutivo del partido, Jorge Dávila, un zorro de años en la política, le dijo a la prensa que esto se debió a la estricta seguridad que hubo en las instalaciones, y no significa un rechazo de Pierluisi y los suyos a Nazario. Sí, Jorge, te creemos. Me atrevo decir que no fue Meléndez el gran perdedor sino Pierluisi. Las aspiraciones del joven Rosselló se dan a pesar de que no ocupa ninguna posición en el PNP y que nunca ha sido electo para nada. Ricky, ten ciudado con Tommy también.