El recién nombrado superintendente de la policía de Puerto Rico, D. James Tuller-Cintron (“el Súper”) expresó a los medios recientemente, que la solución a la criminalidad rampante en la isla de Puerto Rico es aplicar la teoría del " Broken Window". En ese sentido, se hace indispensable analizar críticamente qué rayos es esto de ventanas rotas y su aplicabilidad a la realidad socio-penal de la Isla.
Basicamente el “Broken Window” es una especie de logaritmo sociológico, que de forma simplista expone que si la ventana de un edifico abandonado no se repara, la tendencia será que los vándalos rompan más ventanas y eventualmente el edificio será ocupado violentamente por estos. Esta teoría tiene una metodología de aplicación dudosa y ha recibido grandes críticas por autoridades dentro de la mismas ciencias de la criminología. Cabe mencionar, que el “Broken Window” es de aplicación a las zonas urbanas, de donde se acaba de jubilar el Super, específicamente la zona bancaria de New York.
Cómo aplicarán los funcionarios de orden público esta teoría a las zonas rurales de Puerto Rico, en un contexto colonial, con unos protocolos por parte de la Policía que han sido catalogados notoriamente en violación a derechos civiles y con una de las mayores tazas de asesinatos y crimines violentos es la gran interrogante, Asunto que seguramente será materia de futuras investigaciones sociológicas en los centros docentes del país por los próximos años. Lo que en estos momentos sí estamos claros es que la política pública del Súper es experimental.
Además, debemos considerar que si la intención es concentrar las labores policiacas en atacar las infracciones menores, para así esperar que no haya mayores delitos cometidos; habría que ser cautelosos con crear persecuciones a la población civil, en vez de estar detrás de los peces grandes del crimen organizado. Simplemente es una cuestión de prioridad y evitar la instalación de un estado policial.
No obstante, lo curiosos por decir una palabra, es notar cómo las soluciones para el crimen, en cuanto a la política pública y normas de aplicación penal en Puerto Rico son en su gran mayoría propuestas por sociólogos. En ese sentido, los últimos proyectos de Código Penal en la Isla han tenido de consultores como la Dra. Dora Nevares y otros, lo que me pone a pensar la gran necesidad en penalistas y/o personas con doctorados en Derecho Penal y no en Criminología.
Verdaderamente, depositamos nuestras esperanzas en el Súper, y le deseamos el mayor éxito, para que logre traer la paz y un mejor nivel de vida para Puerto Rico, que actualmente es un país inmerso en la criminalidad. Así las cosas, si el “Broken Window” fue lo que él utilizó en New York, pues que haga lo mejor que pueda por Puerto Rico.