Santo Domingo- Un nuevo capítulo de la prolongada crisis de unidad del opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD) estuvo entre los hechos noticiosos más destacados de la semana en esta nación.
Aunque está amparada por la Junta Central Electoral y una sentencia judicial, la secretaria de organización, Geanilda Vásquez, se vio impedida el pasado lunes de entrar a la sede del partido y no pudo reasumir sus funciones.
En enero pasado, el Consejo Nacional de Disciplina del PRD suspendió dos años a esa dirigente, y la misma medida correspondió al secretario general, Orlando Jorge Mera.
Paralelamente, expulsó de manera definitiva al presidente en funciones del partido, Andrés Bautista, y al exjefe de Estado Hipólito Mejía por violar los estatutos, fomentar el divisionismo y desacatar resoluciones de organismos superiores.
Cada uno de los afectados ha rechazado el proceso y responsabilizan de los problemas al presidente del PRD, Miguel Vargas.
Las diferencias entre éste y Mejía se remontan a la campaña electoral para los comicios generales de mayo de 2012, cuando el exgobernante acusó a Vargas de no apoyarlo en sus intenciones de regresar al Palacio Nacional.
En un permanente contexto de divisiones, la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia emitió el pasado 19 de agosto una sentencia de amparo a favor de Vásquez que ordena su restitución en dichas funciones.
Según fuentes periodísticas, la dirigente notificó en una carta a Vargas su intención de reintegrare al puesto para colaborar en el proceso de reunificación de los perredeístas.
Vásquez comentó a reporteros que cuando llegó a la sede del PRD le informaron que Vargas está en el extranjero y, por lo tanto, no podían dejarla ingresar al edificio.
Por otra parte, la Cancillería dominicana rechazó el reclamo del primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, de que el país sea suspendido del Foro del Caribe si se aplica una sentencia del Tribunal Constitucional de septiembre pasado.
Ese fallo niega la nacionalidad a los hijos de inmigrantes indocumentados y en tránsito, y posee un carácter retroactivo a 1929 y el mayor impacto en descendientes de haitianos.
También durante la semana, el Movimiento Dominicanos Amigos de Chávez, en solidaridad con Venezuela y defensor de los ideales del fallecido líder, sumó nuevos integrantes con la juramentación de nueve grupos de varias provincias y el Distrito Nacional.
Ante el ministro consejero de la Embajada venezolana aquí, Francisco Javier Centeno, pobladores de Barahona, Azua, Peravia, Monseñor Nouel, Santo Domingo, El Seibo, La Romana y La Altagracia reafirmaron su respaldo a la nación suramericana.