En el día de Puerto Rico se apaga la Laguna: ¿A dónde se han ido los dinoflagelados?

Cultura


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Hoy se celebra el día del encuentro entra los pobladores modernos españoles y las comunidades indígenas de Puerto Rico.  Todo pasó un 19 de noviembre de 1493.  Se trata de un encuentro importante en el cual se vieron por primera vez hace unos cuantos años, y dieron paso a lo que eventualmente se llamó Puerto Rico y a lo que hoy nos constituye como pueblo, como nación.

Entre los grandes atributos de esta isla-nación, se encuentra la naturaleza y sus encantos, los cuales en algunas circunstancias nos hacen únicos.  Se trata este el caso de la llamada Laguna Grande en el municipio costero del nor-este, llamado Fajardo.  Dicha laguna posee unos atributos particulares de bioluminiscencia los cuales hacen de esta, una expresión natural única en su clase a nivel mundial.  Habitada por unos micro-organismos marítimos llamados dinoflagelados, los cuales son los responsables que durante la noche estas aguas parezcan que tienen una luz submarina.  Pues bien, los dinoflagelados se han muerto, se han escondido, han migrado, se han desaparecido o alguien los enlató y los vendió. Lo cierto es que no están desde hace ocho días prendiendo las aguas nocturnas de la laguna, y por ende esta se ha “apagado”.

La consternación tanto de los activistas ecológicos, turistas, público en general y sobre todo del gobierno no se ha hecho esperar.  Lo que está en juego es una joya de la ecología nacional de Puerto Rico, que a su vez es una de las principales atracciones turísticas del país.  En particular ante los más de ocho contratistas que todas las noches venden sus servicios de giras en kayaks sobre la laguna para mostrarle al público los atributos naturales de estas aguas.

Lo cierto es que hoy están en juegos muchos intereses.  Si los dinoflagelados se han escondido y vuelven, todos seremos felices.  Si no vuelven, lo que han hecho es llamarnos a la cordura precisamente en el día fundacional del pueblo-nación de Puerto Rico.  Tal vez el llamado sea a proteger nuestra ecología, de forma tal que las necesidades humanas puedan convivir con los sistemas ecológicos que nos rodean.

Lo menos que podemos pedir, en el día de Puerto Rico, es que vuelvan los dinoflagelados.  Es más que nos den una oportunidad adicional para volver a comenzar de otra forma: protegiendo el medio ambiente, en un balance adecuado entre todos los intereses humanos que co-existen en el mismo.