En el día que los dinoflagelados (microorganismos marítimos) de la Laguna Grande de Fajardo decidieron volver a “trabajar”, el gobierno de Puerto Rico anunció por vía del secretario de estado, David Bernier, el establecimiento de un programa de capacitación nacional en torno al ejercicio de la diplomacia. Esto es un momento nuevo, dado que no existe precedente alguno, ni bajo la colonia española ni bajo los primeros115 años de la presencia de los EE.UU en Puerto Rico, de haber establecido un programa de capacitación en el área de la diplomacia.
Esto es nuevo.
Entonces, nos preguntamos: ¿para qué nos estamos preparando en Puerto Rico hoy? Es curioso pero ante el cuadro complejo que se dio en Puerto Rico en noviembre de 2012, cuando fue electo Alejandro García Padilla, como candidato a gobernador por el Partido Popular Democrático, nunca pensamos que íbamos a transitar por tantos estímulos que constituyen un cambio de paradigma en la psiquis colectiva de los que vivimos aquí en Puerto Rico. Nos parece que estamos atravesando por un proceso de cambio cultural, el cual nos está llevando a territorios desconocidos, por los cuales no hemos transitado antes y los cuales nos capacitan para ser, cuando mínimo, seres autónomos dentro de un territorio (colonial, dependiente, etc.) autónomo y sostenible.
En otras palabras, hablar en el día del encuentro de civilizaciones en la isla de Borinquén el 19 de noviembre de 1493, de la desaparición de los dinoflagelados de la Laguna Grande de Fajardo, es cuanto mínimo un asunto curioso y hasta cómico. No obstante, enmarcar la importancia de dicha bahía con capacidad de bioluminiscencia en el contexto de un país en búsqueda de establecer y mantener una presencia internacional, es un asunto bastante distinto. Para sostener esa bahía, mas allá de los funcionarios especializados en el Departamento de Recursos Naturales, requiere de un cuerpo de especialistas que sepan exponer y presentar a Puerto Rico ante el mundo. Un mundo que se compone de otros individuos, estados y organizaciones internacionales.
Entonces, estamos atravesando por un umbral cultural antes no visitado. Démosle una oportunidad a esta nueva era en el país. Ya averiguaremos, más adelante en el camino, a donde nos lleva este nuevo camino. En el ínterin, que los dinoflagelados sigan contentos en la Laguna Grande de Fajardo – y trabajando con su luz nocturna.