Cambio cultural: el país en movimiento

Cultura

alt

Le pregunto continuamente a mis estudiantes universitarios y profesionales, como ven el país, y de forma consistente todos indican que “muy mal”.  Indago por qué lo ven tan mal, y la contestación no se hace esperar “la economía está mala, y la criminalidad está fuera de control”.  Entonces me pregunto, ¿será verdad? 

Los indicadores sobre el presente de Puerto Rico se encuentran aún en la categoría de “comprometidos”.  Sin lugar a dudas, los ocho años de recesión económica por la cual atraviesa el país, dejan a cualquiera en el limbo en torno a pensar en un futuro mejor.  No obstante, cuando uno examina los indicadores en particular, el país destaca una leve mejoría, pero ¿Estamos dispuestos a aceptar que el país está mejorando?  Me parece que no.  Es parte de nuestra naturaleza cultural pensar (y vivir) que el país se encuentra muy mal y que hay poco que hacer.

Para muestras los múltiples botones: el pasado 19 de noviembre, día en que se conmemora el encuentro de civilizaciones en Puerto Rico en el año 1493, pasaron una serie de eventos que nos transformaron nuestra psiquis de pueblo.  Por un lado se inauguró la Escuela de Diplomacia Puertorriqueña Arturo Morales Carrión.  Por otro lado, en la legislatura de Puerto Rico, tanto la Cámara de Representantes como el Senado, pasaron sendas resoluciones para crear una Comisión de Estudio del Estatus de Puerto Rico, dando paso la misma a que se implemente en el año 2014, en la eventualidad que el gobierno de los EE.UU no haga nada este año, una Asamblea Constitucional de Estatus.  Finalmente, el pueblo de Puerto Rico como el gobierno, salieron a la defensa y protección de un ecosistema natural llamado la Laguna Grande, en el municipio de Fajardo, en defensa de un microorganismos llamado dinoflagelado, el cual produce un resplandor bioluminiscente.

Todo esto pasa, mientras el país tiene sobre 10 presentaciones de libros en la misma semana, habiendo cuatro películas de origen boricua o caribeño en cartelera en la actualidad en los cines locales, y mientras en el mundo de los ejecutores artísticos (principal área de inversión en el quehacer cultural del país por parte del estado)  hay música, comparsa y fiesta en casi todos los municipios, pero principalmente en el de San Juan.

Es interesante, pero tendría que aceptarlo: el país está en movimiento.  Es un momento particular que debemos saber aprovechar, para impulsar una nueva forma cultural, que se desarrolle y consolide, y que nos permita ver que a veces estamos bien; que no estamos tan mal; y sobre todo que la situación ya no está comprometida.  A lo mejor estamos ante un cuadro crítico y de cuidado, pero estable.