Anoche veía en la televisión al secretario del Departamento de Estado, David Bernier, anunciar otro logro más en el desarrollo del país. En esta ocasión se hablaba de un novedoso plan de siembra de lechuga, el cual nos ayuda para desarrollarnos como país que exporta productos a una región llamada Caribe. Así las cosas, veo con atención como nos vamos acostumbrando a la nueva idea de que podemos volver a ser un país agrícola, como a su vez a un país que exporta productos y servicios. Y que conste, que el que exporta también tiene que estar expuesto a recibir productos importados.
El plan de transnacionalización de Puerto Rico, a lo cual llamamos el ejercer relaciones internacionales, nos ha puesto en una interesante coyuntura de comenzar a pensar más allá de las fronteras nacionales. Esto es un cambio, que por mucho tiempo los sectores nacionalistas, independentistas y liberales del país, habían solicitado. Ahora finalmente lo han recibido pero, ¿se valora de forma positiva el proceso de internacionalización por el cual atraviesa Puerto Rico? No sé.
Recientemente hubo una controversia en torno a unos abogados y abogadas que venían desde los EE.UU a tomar casos para litigar contra una agencia de corredores de valores en Puerto Rico. La reacción inicial tanto del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico como de varios profesores y profesoras de derecho, algunos de ellos expresidentes del referido Colegio, fue objetar la participación de dichos letrados no admitidos en esta jurisdicción. Curiosamente se reclamaba un nacionalismo profesional. Hace menos de dos semanas, el Tribunal Supremo emitió una resolución permitiendo la comparecencia limitada de dichos juristas no nacionales. La razón, como habíamos apuntado, es el hecho de que se tiene que permitir la presencia de dichos letrados para ser cónsonos con las obligaciones internacionales que los EE.UU han asumido en cuanto a libertad de movimiento de los bienes y servicios. Esto también le aplica al territorio colonial de Puerto Rico.
Pues bien. Los cambios culturales nos llevan fuera de la jurisdicción de Puerto Rico. Pero también nos traen a otros y otras de fuera de la jurisdicción. Debemos de estar preparados, culturalmente, para los nuevos cambios culturales.