Gatilleros pro y anti ONU

Justicia Social


altAyer finalizó otro juicio contra unos jóvenes acusados de liderar una organización llamada la ONU: Organización de Narcotraficantes Unidos.  A su haber tenían el rol de ser el brazo militar de una organización de narcotraficantes que intentaban establecer un cartel único para Puerto Rico.  Su función era asesinar a todo narcotraficante que no quisiera unirse a este cartel.

Así las cosas ellos llamaban a los que no se unían Rompe ONU. Entonces en el juicio que culminó ayer contra Jean Carlos “Jincho”  Ramos Piñeiro, uno de 39 personas que estarán siendo enjuiciadas por esta actividad delictiva, se encontró que el solo había asesinado a sobre 10 personas.

Ramos Piñeiro, como otros tres que ya han sido encontrado culpables, reflejan un perfil particular de jóvenes talentosos, al servicio de actividades delictivas que producen un alto costo a la calidad de vida de todos y todas nosotros.  No obstante, hay que reconocer en el caso de Ramos Piñeiro un nivel de entendido militar, de planificación, de liderato, y sobre todo de convicción en su quehacer delictivo, sin paralelo.  Este muchacho, como sus compinches, no eran cualquier grupo de delincuentes: eran ideológicamente personas a fines luchando por un ideal – aunque incorrecto política, jurídica y éticamente hablando.

Ahora bien, me pregunto: ¿y por qué nadie le vio los talentos a este joven y lo incorporó a otro tipo de actividad?  ¿Por qué los activistas de la independencia de Puerto Rico no vieron en estos jóvenes potenciales soldados para un ejército de liberación nacional?  ¿Por qué los cristianos no vieron en este joven un líder de pueblo con capacidad de convencer con su palabra?  ¿Por qué el estado no vio en este joven y su grupo a un escuadrón de soldados para actividades de alto riesgo?

En fin, los talentos de este joven y sus 39 colegas fueron marginados por todo discurso que sobre ellos era dominante. Es decir, fueron víctimas de múltiples discursos de marginalización.

Me parece terrible.  No obstante y consistente con su fortuna, ahora serán encarcelados bajo pena, aún sin dictar, de cadena perpetua.  Aquí se irán, desaparecerán, 39 jóvenes.  ¿Podrían ser rescatados para alguna actividad buena y legítima?  Apostaría que sí, aunque me quede solo en esta apuesta.