El consumismo desmesurado que se vive en Puerto Rico hoy en día, es un reflejo de una sociedad que busca mediante la adquisición de bienes materiales un sentido de identidad y de permanencia. Esto no es más evidente que durante las ventas de rebajas, que se llevan a cabo en los llamados viernes negros. Pero en el contexto de una economía inmersa en una profunda recesión y una rampante tasa de desempleos, donde no se valoriza el hábito del ahorro, es el camino a una mayor caída económica.
Es posible argumentar, en el ámbito del capitalismo, que el hecho de que miles abarroten los comercios es un buen signo y que contribuye a la salida de la recesión, ya que hay mayor consumo lo que refleja una mayor confianza. No obstante, es una teoría errada cuando se aplica a Puerto Rico, ya que en esta Isla las personas gastan lo que no tienen y viven dentro del sistema de crédito de forma análoga a como lo hacían en el Siglo XIX bajo el Régimen de la libreta. En otras palabras, que los puertorriqueños y puertorriqueñas compran fiao y trabajan para el inglés, ya que compran a crédito, o sea compra ahora y paga luego a un alto interés.
Estas malas prácticas económicas, de gastar más de lo que se puede y de tomar a crédito son la razón principal por la que estamos en la Gran Recisión, según expertos en economía han expresado reiteradamente, en el contexto de la crisis hipotecaria.
Entonces porqué como sociedad y actuando desde el individuo no enmendados las conductas erradas del pasado y damos vía a una renovación del sistema de crédito. No es por ser pesimista, pero en mi opinión esto se debe a que el golpe fuerte aun no ha llegado, o sea el anunciado “double dip”, cuando la economía caiga fuertemente por segunda vez, dentro de la Gran Recesión.
Otra cosa es que tenemos que analizar quienes son las personas que se han beneficiado de esta actual crisis económica, donde el margen entre los grandes ricos y los pobres ha crecido dramáticamente.
En resumen, las rebajas de este fin de semana no son nada nuevo. Lo mismo se ve todo el año, los días miércoles y viernes, con los llamados “shoppers”. Básicamente, los comercios pierden un poco de ganancias en unos productos para atraer clientes a sus negocios y que compren otros productos más costosos. En síntesis, los consumidores gastarán más dinero del que pueden y compraran otras cosas que no necesitaban.
En ese sentido, si quiere que lo cogan de tonto con tácticas consumistas, vaya al revolú de este fin de semana, por el contrario lo invito a que haga algo radical, sabio e inteligente, ahorre sus chavos.