Petróleo y gas natural: soberanía, democracia y distribución de la riqueza

Justicia Social

altDice el Sistema Federal de Servicio Geológico, que en ciertas zonas de Puerto Rico, en particular en el norte y en el sur, existe posibilidad de encontrar yacimientos de petróleo y de gas natural.  En su conclusión, dicho informe indica que es viable explotarlos.

Si es petróleo de buena calidad, es un asunto distinto.  Si es sostenible la explotación del gas natural, también es un asunto debatible.  Pero de que hay algo, todo indica que sí, que hay algo.

Lejos de decir si o no, lo que debemos todos y todas de hacer es explorar cómo se desarrolla el debate del petróleo y el gas natural con nuestros vecinos del Caribe y América Latina.  Hoy, salvo Puerto Rico en el Caribe, todos los países están explorando y explotando sus yacimientos naturales.  Para Cuba haber encontrado petróleo en sus costas nacionales, constituye una independencia de otros factores y dependencias del 45% de su necesidades.  Para Bolivia, haber tomado control de los hidrocarburos desde el 2009 y su nueva Constitución, represente uno de los mayores actos de soberanía que dicho país haya realizado desde los procesos sociales de la década de 1950.

Para mí el problema de los yacimientos, se reduce a tres asuntos: soberanía, democracia y distribución de la riqueza.  Los modelos avanzados en América Latina, que incluyen el ejemplo de Ecuador, República Dominicana, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Cuba y Argentina, han sostenido toda iniciativa dentro de uno de estos tres puntos.  Tal vez los casos más exitosos son los de Ecuador, Cuba, Venezuela y Bolivia.  Pero los otros países también incorporan esos tres asuntos.

Entonces para Puerto Rico hablar de explorar y explotar dichos yacimientos debe de estar enmarcado en la lucha de mayor soberanía nacional; de profundizar en las prácticas democráticas, por ejemplo, ¿quién explota y como se consulta a la población y se maneja el medio ambiente?; y finalmente, hay que preguntarse cómo distribuimos la riqueza.

Si forzamos el debate hacia estos tres puntos, deberíamos de estar dispuestos a como mínimo debatir el informe de los federales.  Luego veremos qué hacemos con este petróleo y gas natural.  Luego veremos.