¿De dónde vienen las parrandas?

Cultura

altTal vez ninguna institución es más firme y venerable en nuestras tradiciones navideñas que la parranda (Malavet Vega, 1987).

Son las 3:00 a.m. y estás en un sueño profundo, pero dentro de ese sueño empiezas, a lo leeejos, a escuchar canciones y esas canciones te suenan familiares, así como de Navidad, suenan como: “Dame la mano paloma/ Dame la mano paloma/ para subir a tu nido” o “De la montaña venimos/ para invitarte a comer un lechoncito en su vara y ron pitorro a beber . . . (2X)” ya luego de escuchar varias veces estas estrofas, te despiertas y dices: “esto no puede ser, esto tiene que ser una parranda” te levantas y efectivamente ¡es una parranda!

Son tus amistades que vinieron a traerte una. Con todos los instrumentos: güiros, marcadas, palitos, cencerros, claves, tamborines y con sus aplausos.

Aún siguen cantando: “¡Uno, uno, uno… dos, dos, dos, que nos abras la puerta yaaa! (2X) y pues, no te queda otra que buscar en tu alacena lo que haya, abrir la puerta y en tu marquesina o sala seguir con la trullaaa. (Aunque también tienes la opción de hacerte el dormido y seguir con tu "sueño").

¿Pero de dónde viene esta tradición navideña que nos ha durado hasta el presente?

En la tesis The music, symbolism, and cultural nationalism of Puerto Rco’s christmas serenading tradition, del autor David G. Gleason se explica detalladamente los orígenes de esta tradición, la explicación de sus raíces musicales, los cambios que se han suscitado en las parrandas por la modernidad, entre otros puntos.

Gleason hace referencia al libro: Cuadro de costumbres de la isla de Puerto Rico de Manuel Alfonso “El Gíbaro” donde proporciona el primer relato de costumbres de parranda en Puerto Rico (1849):

"Eran las ocho de la noche, la luna estaba muy clara y las nubes parecían tan lejanas como un gran lienzo de lino que cubría la pendiente de la montañas... Llegamos tarde a la primera casa, atravesando  el 23 de tierra a pie, y poniéndose al pie de las escaleras: un músico nos acompañó tocando un nuevo Aguina […]. Al concluir la canción, la familia apareció en lo alto de la escalera con el jefe de la familia  y nos invitó a subir y tomar un poco de refrescos, de lo mejor que tenían" (Alfonso 1849:130, 132).

En la tesis, un autor citado fue Francisco Vasallo que dice que “considera que las parrandas a caballo eran de la aristocracia, mientras que la parranda a pie eran de los más pobres puertorriqueños”. Como se puede observar en el relato anterior ellos caminaban ("a pie el 23 de tierra a pie"), lo que indica que posiblemente eran puertorriqueños de bajos recursos. En estas parrandas se recorrían grandes distancias y cantaban todo el día en la noche del Día de los Reyes.

Las parrandas, como es conocido, simbolizan eventos religiosos que son para representar a María y José en el tiempo que buscaban un lugar para pasar la noche, y el nacimiento del niño Jesús, por lo cual ya desde esos tiempos se puede ver que la religiosidad estaba marcada por las creencias que trajeron los españoles.

En épocas contemporáneas, explica el autor de la tesis, las parrandas han cambiado y son diferentes de lo que son en el campo y de lo que son en la ciudad por las influencias comerciales, y de EE.UU. Se perciben como menos tradicional que las de interior.

Después de todo, es importante que existan estas tradiciones centenarias en Puerto Rico, que añaden una autenticidad a nuestras navidades y a las costumbres de la Isla y también una celebración de identidad a los puertorriqueños que están en la diáspora, que a pesar de la distancia igual hacen parrandas.

Gleason, G (2003). The music, symbolism, and cultural nationalism Of puerto rico’s christmas serenading tradition. Tesis, Tufts University

Recuperado: http://www.sensemaya.net/LaParranda.pdf