Washington y la reconstrucción nacional de Puerto Rico

Política

altAhora que están en el clandestinaje los funcionarios federales de visita en Puerto Rico, Adam Chepenik y Lawrence Seale, es momento de preguntarnos si lo que deberían hacer, en lugar de evaluar si los fondos federales se utilizan apropiadamente o no, sería asistir en un proceso de reconstruir a Puerto Rico. En otras palabras, y como muchos procesos post-conflicto, se necesita rehacer un país para ver como el mismo es encaminado por la senda correcta.

Y si esta es la opción, ¿cuál es el conflicto en Puerto Rico que ha sido atendido y por el cual deberíamos integrarnos a un proceso de reconstrucción? Posiblemente el único problema que nos mueve de forma concertada a ser resuelto, pues aún no lo ha sido, lo es el problema del estatus político. Aquí sí que se encuentra el meollo del asunto.

Dicho lo anterior, pues no vemos interés en apariencia de resolver el presente estatus colonial de Puerto Rico, por ende, no vemos interés profundo de resolver la actual crisis económica de la isla. No nos debemos de olvidar que la función de Chepenik y Seale es ayudar a mejorar el uso de los fondos federales transferidos anualmente a Puerto Rico. Esto en nada avala al desarrollo sostenible de Puerto Rico. Esto a lo que avala es a la co-dependencia económica de la isla a sus vecinos de Washington.

De forma contradictoria, a manera de ejemplo, el comisionado residente en Washington, el señor Pedro Pierluisi, del anexionista Partido Nuevo Progresista, argumentaba que mientras Puerto Rico fuera colonia no se mejoraría la situación económica. A lo que de forma inmediata informó que mientras Puerto Rico no sea estado integrado de la federación de los EE.UU., la desigualdad económica continuara afectando la isla. Para él, mayor dependencia en los fondos federales, garantiza mayor igualdad.

Pues volvamos a Washington: lo que necesitamos es una intervención federal que nos ayude a ser menos dependientes de ellos, y más autosuficientes. Cualquier fórmula que avale mayor integración en la dependencia, es sinónimo de fracaso. Continuemos pues, buscando otras opciones no co-dependientes de los EE.UU.