Ahora que la petición del gobierno de la República Dominicana para integrarse a la comunidad de estados del Caribe (CARICOM por sus siglas en inglés) ha sido dejada en suspenso, se abre una interesante oportunidad que Puerto Rico debería optar. La situación con dominicana responde a la decisión discriminatoria adoptada por la Corte Constitucional de dicho país, que emitió una sentencia en contra de los inmigrantes irregulares que viven en dominicana, prohibiéndole tener derechos ciudadanos y exigiendo su deportación. Ante esta decisión y la suspensión indefinida de la solicitud de ingreso, es el tiempo que necesitaba Puerto Rico para solicitar ingreso.
Bajo el tratado constitutivo de CARICOM, según revisado en el 1989, en el artículo 3 de dicho tratado, se establece que para ser miembro de dicha organización hay que ser un estado o territorio de la región del Caribe. Bajo la segunda aserción Puerto Rico cualificaría. Lo que necesitamos es voluntad política para participar e integrarnos, como lo han hecho otros territorios coloniales de la región, como lo son Anguilla y Bermuda, y las Islas Vírgenes Británicas, las cuales tienen un estatus de miembro asociado.
Ahora bien, la integración de Puerto Rico nos daría espacio a participar en un mercado único de intercambio comercial de cerca de 10 millones de personas. Esa es la virtud de CARICOM, un mercado único de intercambios comerciales. Puerto Rico insertado en dicho mercado podría tomar ventaja de las necesidades compartidas en la región, en la cual la isla podría despuntar como país líder.
Dicho lo anterior, la presente crisis por la cual atraviesa Puerto Rico se definió precisamente dentro del marco de dependencia con los EE.UU. Cualquier salida política y económica dentro del mismo marco, podría tener las mismas consecuencias. Por lo cual, nuestra opción natural y novel, debe ser apuntar a otras opciones antes no exploradas.
CARICOM es una opción refrescante para Puerto Rico. Exploremos la integración de nuestra isla a dicha organización regional.