Adiós Sánchez Betances…

Justicia Social

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El secretario de justicia Luis Sánchez Betances renunció a su puesto en el gabinete del Gobernador García Padilla. Su aliado, Rafael Hernández Colón,  emite unas declaraciones diciendo que la renuncia es injustificada. Los hermanos del alma se defienden entre sí y Sánchez, ahora exsecretario, se metió en líos por defender a un hermano del alma.

Claro, su hermano con contratos en la administración García Padilla. El secretario que vino con “grandes sacrificios” a sufrir por su pueblo tiene que irse por que se equivocó de siglo.

Sánchez Betances creyó que estábamos en la época de Muñoz Marín quien policías a buscar un senador para amedrentarlo y así forzar un voto a favor de sus proyectos. Este secretario creyó que todavía estábamos en la era de las haciendas y plantaciones. Aparentemente pertenece a una oligarquía que se resiste a morir que sigue presente en medio de la administración, PPD y PNP. El hacendado de Ponce, Rafael Hernández Colón, escribe sobre la pena que le embarga por que ese servidor “sacrificado” tiene que irse a sus millones en la milla de oro. Su otro hermano del alma tiene que declararse culpable y sufrirá una pena terrible al tener que dejar de ganarse algunos miles por ir a la escuelita del DTOP.

Este servidor público,  muy sacrificado, pensó que todavía estábamos en la era de las plantaciones y que él era el hijo del mayoral. Ir a un cuartel de la policía cuando arrestan a su hermano del alma y pensar que no era un tipo de influencia es inverosímil. El Secretario, exsecretario ahora, pensó que ir al cuartel era cosa de todos los días. ¿Exactamente qué pretendía lograr con su visita? ¿Creyó, Sánchez, el del hermanito del alma, que su presencia sería como un soplo de viento renovador en ese lugar? ¿Fue a llevar una palabra de concordia? Claro que sé que hay quienes se creen el cuento, es mi hermano y fui a ver si estaba bien. ¿De verdad Sánchez? ¿En el lugar dónde estabas no había celular? Tal vez es que el exsecretario no conocía ningún abogado de confianza para llamar y ayudar a su amigo del alma.

Esta historia tiene otra dimensión. El mantengo de los ricos. Esas clases hacendadas que no han salido del siglo diecinueve y que creen que son dueños de Puerto Rico. Esas clases de la milla de oro que todo lo pueden siempre y cuando haya algún contrato que les mantenga en su posición de poder. Esas clases no son nada más que mantenidos. Vividores del erario público. Lo chistoso es que los escuchas hablando de los pobres, del mantengo y de la dependencia. ¿Y ellos que sólo sobreviven en sus mansiones gracias a que algún “amigo del alma” les ha conseguido un contrato no son mantenidos? La misma firma donde trabajó el exsecretario,  donde trabaja ahora su hijo y su amigo del alma, aparece en la oficina del Contralor con unos contratos bastante buenos como para asegurarle una salida airosa al exsecretario.

Un comentarista radial, amante de esas clases oligárquicas de las plantaciones, ha dicho que el exsecretario era el mejor secretario del gabinete pues podía tener independencia ya que no necesitaba el sueldo. ¿En serio? ¿Y los contratitos de su firma no le iban a la larga a beneficiar? ¿Su firma, con tanto sacrificio, no se beneficiaba del mantengo de los ricos?  Y ese pobre hombre que es tan sacrificado lo único que hizo fue equivocarse de siglo. Adiós Sánchez Betances y llévate el siglo diecinueve contigo.