La prensa comercial y la destrucción de otro

Economia Solidaria

altAcabaron con Luis Sánchez Betances. Ayer renunció por el error que cometiera el viernes pasado de intervenir  en un incidente de tránsito y policías, con su exsocio de bufete, Jaime Sifre Rodríguez.  La misma prensa que ha hablado del legado de Nelson Mandela en la semana de su muerte, hoy despótica contra el saliente secretario de justicia, y nos induce a todos y todas a pensar que su única opción era la renuncia.

Nos parece que estamos ante la economía de la destrucción. Los sistemas de prensa dominante, como a su vez los sistemas mediáticos crean diariamente la opinión colectiva de ese inmenso mundo llamado pueblo.  Ante esto, la postura de ellos, reproduce lo peor de un mundo punitivo que se crece ante la destrucción del otro u otra, y no ante la reconstrucción de la otra persona.  En otras palabras, cometer errores es parte de la vida.  Superarlos también.  Pero la prensa se queda simplemente definiendo lo bueno y lo malo como formas de ser, y promoviendo un “bien”  insustancial, ante un “mal” que es simplemente marginable y siempre condenable.

El ánimo que induce a los sistemas de prensa dominante como a los mediáticos es el afán de vender pautas, hacer dinero vía anuncios, y sobre todo tener el monopolio de la audiencia. Son tres elementos que cualquiera que tenga uso común de sus sentidos críticos se debe oponer.  Ni creemos en el fascismo como forma intolerable de asumir la verdad, ni promovemos los monopolios de nadie ni asumimos que mi verdad es la única. Es algo simplemente terrible.

En otras palabras este periodismo, en aras de hacer dinero, dejó de cumplir su trabajo: comunicar la noticia y que cada cual asuma sus propias conclusiones. NO por el contrario, esta economía de define el problema, te lo domestica y te lo traduce en una lectura única:   buenos y malos. Los buenos se quedan, los malos hay que sacarlos.

En fin, ¿no deberíamos boicotear dichos estilos de prensa e información mediática?