Mandela, un recuerdo crítico

Voces Emergentes

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La historia se repite una vez como tragedia 

otra como comedia

Carlos Marx

Para entender el pensamiento y acción política de Nelson Mandela, habría que remontarse al proceso de fundación en el 1912 del Congreso Nacional Africano, el partido político en el cual éste líder militó.  En dicho momento, a penas en la segunda década del Siglo XX, el Congreso Nacional Africano, entre otros partidos políticos de representación del quehacer de la población africana, desarrollaron vínculos estrechos con los movimientos políticos, culturales y sociales  de los afro-descendientes en los EE.UU. 

Para países que no tenían vinculación previa, ni por la esclavitud ni por el colonialismo, la presencia afro-americana fue fundamental en la consolidación del pensamiento político de dicho país y de su resistencia política.

Los Afro-Americanos en Africa del Sur:

Es por esta vinculación histórica que podríamos comprender porque Marcus Garvey, el líder de origen jamaiquino de los derechos de igualdad de los afro-americanos en la década de 1920 establece fuertes vínculos con Africa del Sur. De igual forma, la iglesia Bautista negra de los EE.UU, establece presencia y trabajo misionero en Africa del Sur.  Pero más importante que nada fue el quehacer cultural donde la influencia de los afro-descendientes de los EE.UU tuvo su  mayor influencia.  Personas como W.E.B. Du Bois, Paul Robertson, Duke Ellington, Jesse Owens, Joe Louis, Fats Waller y Henry Amstrong, entre otros cundieron el imaginario de dicho país.  Para el hombre y la mujer negra de Africa del Sur, los EE.UU era, muy a pesar de todo, sinónimo de progreso y justicia social.

Esa vinculación se ha mantenido desde principios del Siglo XX hasta nuestros días.  Durante los años duros del apartheid (1948 a 1993), el cual fue un sistema de exclusión racial basado en la lógica supremacista blanca de los EE.UU, los negros y negras de Africa del Sur, siempre buscaron el apoyo más sólido en la comunidad afro-americana para superar la desigualdad racial en su país.  Ron Dellums, el afro-americano miembro del congreso de los EEUU (Cámara de Representantes) había introducido en el 1972 legislación sancionando al gobierno del Africa del Sur. Dicha legislación fue aprobada en el 1986, gracias al caucus afro-americano en el congreso de los EE.UU y se llamó el Comprehensive Anti-apartheid Act de 1986.

Mandela, los Judíos y la lucha contra el poder:

La influencia de los afro-descendientes de los EE.UU se entremezcló con el pensamiento de los negros y negras de Africa del Sur.  La fusión provocó una ideología muy de corte liberal: la igualdad, la dignidad y sobre todo el respeto a la diferencia.   El pensamiento ideológico de Nelson Mandela, como a su vez el del CNA,  nunca fue uno radical, fue siempre uno liberal.  A esto entonces hay que sumarle que luego de la Segunda Guerra Mundial dicho pensamiento liberal fue influenciado por la llegada de los refugiados políticos de dicha guerra: el pueblo judío.  A partir de la década de 1950, el pensamiento judío por la igualdad, respeto a la diversidad y protección de la dignidad humana, se incorporó a la lucha del CNA por la libertad de la población negra oprimida. En Africa del Sur ser negro y judío eran equivalentes a la lucha por la libertad y dignidad.

Nelson Mandela se integra al Congreso Nacional Africano en la década de 1940, y se convierte en el presidente del Congreso de los Jóvenes del CNA en el 1948.  Luego en la década de 1950 asume varias posiciones, pero nunca la de presidente nacional de dicha colectiva. Se insertó en la lucha armada a fines de la década de 1950, y es arrestado en el 1961 y acusado en el famoso juicio de Rivonia por actos de traición junto a otros miembros del CNA.  10 líderes del CNA comparecieron a juicio, en el cual fueron acusados africanos, personas de origen indio y blancos judíos.

Mandela y el CNA, nunca promovieronb en la década de 1950, ante el crisol de las luchas por independencia en Africa, el control socializado de la economía, la exclusión de los blancos y la destrucción del orden colonial y post-colonial en dicho país. Por el contrario, lo que siempre defendieron fue participar, como ciudadanos iguales, en la economía, política y vida cultural de dicho país. A esto se parecieron mucho a los movimientos de los derechos civiles de los EE.UU.

Ahora bien,  no es un hecho insignificante la presencia que desde el 1920 ha tenido el Partido Comunista de Africa del Sur en el Congreso Nacional Africano. Esta relación histórica, la cual perdura hoy como parte de la trilogía partidista del CNA, el CP y el Congreso Laboral de Africa del Sur (COSATU), no ha sido sin tensiones.  No obstante, hoy en Africa del Sur es la facción del Partido Comunista la que dirige el CNA. El actual presidente, Jacob Zuma, viene de la tradición directa y liderato del Partido Comunista.  Este es un detalle importante, pues nadie se puede olvidar que la facción CNA, la cual presidió el derrocado presidente Thabo Mbeki, perdió el control del poder del partido en el 2008.  Este fue derrocado por la facción de Jacob Zuma, y antes de finalizar su término en el año 2009, se vio en la obligación de renunciar a todo puesto de liderato en el país.  Jacob Zuma fue electo presidente del CNA y subsecuentemente fue electo presidente en el año 2009.

Mandela y su legado histórico:

El legado histórico de Mandela debe ser comprendido a la luz de lo antes analizado.  Se trata de un pensador liberal que hizo lo correcto continuamente para su tiempo.  En particular, porque asumió la trayectoria histórica del CNA desde la década de 1920, influenciada por el pensamiento equivalente de los afro-americanos.

Ahora bien, una vez llegado al poder en el 1994, como primer presidente electo bajo la primera constitución democrática de dicho país (1994-1996), Mandela promovió algo insólito en la cultura post-conflicto: la reconciliación entre el opresor y el oprimido.  Pero aún más complejo, transformó la definición de los buenos y los malos: en el quehacer de la lucha por la liberación nacional, tanto los oprimidos como los opresores, cometieron errores contra sus enemigos.  Este será posiblemente su legado más importante, la valoración del pensamiento del otro y la otra, en el pensamiento del vencedor.

Mandela creyó en la reconciliación y el perdón, como nadie en la historia de la humanidad lo había hecho.  El proceso de inclusión racial es de suma importancia, pero simplemente denota lo atrasado que aún estaba el capitalismo de Africa del Sur que prefería formas de explotación basados en la supremacía racial en lugar que en la igualdad racial.  Africa del Sur debe ser visto como un eslabón de los muchos finales que la esclavitud de la modernidad ha tenido. Ahora bien, Africa del Sur debe ser reconocida como pionera de la reconciliación y el perdón, sitial que aún al día de hoy no tiene otro punto de comparación.

Mandela, el CNA y Puerto Rico:

Hay que dejarlo muy claro: para la posición de partido y gobierno del CNA, Puerto Rico nunca fue un asunto importante ni necesario para asumir una posición política fuerte.  Esto se debe, en mi impresión a dos razones: por un lado, que en la historia de vinculación los afro-americanos han tenido una presencia y consistencia mucho más detallada en Africa del Sur, que los movimientos de liberación nacional, cultural o social de origen puertorriqueño.  La otra razón es que para los racismos internalizados en Puerto Rico, la visión de superioridad ante el continente africano, no ha permitido un flujo consagrado y estable de relación entre  Puerto Rico y Africa del Sur.

El CNA y Mandela midieron muy bien, sobre todo en el periodo de 1994 a 1999, durante su primer y único mandato como presidente de Africa del Sur, en no apoyar abiertamente nada que perjudicara su relación histórica con los EE.UU.  De esta forma, nunca dicho gobierno, o subsecuentes gobiernos del CNA, ha apoyado la libertad de Puerto Rico o la excarcelación de los presos políticos, y en particular y más recientemente la de Oscar López.

Si alguna posibilidad tiene el movimiento de liberación nacional de Puerto Rico de conseguir algún endoso en pro de la independencia nacional o la petición de excarcelación de Oscar López es bajo la dirección actual de Jacob Zuma. No obstante, no ha habido trabajo político en dicha dirección.

Ahora bien, la postura de Africa del Sur en torno a Puerto Rico es muy distinta y diferenciada, en relación a dicho país y Cuba.  Para Africa del Sur, Cuba es un talante incondicional de apoyo a la lucha contra el apartheid y la lucha de reconstrucción nacional.  Al día de hoy los vínculos entre ambos países son sumamente fuertes.

Mandela y el futuro de la humanidad:

Desde hace más de una década usted no puede utilizar el nombre de Nelson R. Mandela sin pagar una regalía, la cual va dirigida entre otros destinos a su fundación pro la niñez.  Desde hace muchos años, la familia Mandela descubrió que su nombre, y en particular el apellido era muy lucrativo.  En esta medida más que un líder en pro de igualdad, también era una máquina de hacer dinero.

Con esto en mente, creo que es importante decir que la muerte de Nelson R. Mandela provoca un cierre en las luchas libertarias del Siglo XX  contra la desigualdad racial, racismo y sobre todo, cualquier legado y memoria del hombre y la mujer esclavizados.

Para mí, su máxima contribución versa en algo que fue muy genuino de él, y que no tiene vinculación con ningún pensamiento previo, o influencia interna o externa: su capacidad de perdonar y promover la reconciliación.  Usted puede argumentar que esto viene de la tradición del Ubuntu (filosofía de la inclusión) de las etnias Ngunis (las del sur de Africa).    Pero yo deseo pensar que es algo de esto, pero es algo bien de Nelson Mandela.

Por lo que constituye para mí su más importante contribución, y por lo que ha influenciado en mí profundamente, siempre lo recordaré y lo admiraré.  Por los detalles del hombre presidente, con los cuales he diferido, que sea la vida la que me ayude a olvidarlos.

¡Hambe kahle Nelson Mandela!  Vaya en paz.

Texto: Word Count 1689

 

 

*Daniel Nina – vivió en  Africa del Sur de 1991 a 2000. Durante los años de 1993 a 1998, fue miembro del equipo de trabajo que asistió en la reorganización de la policía nacional y del departamento de justicia. Dicho trabajo se realizó para el primer ministro de justicia democrático, Dullah Omar. Fue parte de negociaciones que se realizaron entre los representantes de los presos políticos de Puerto Rico y el gobierno de Africa del Sur.

 

Publicado: Claridad