Gobierno "Grinch" tima al magisterio y al pueblo

Justicia Social


Puerto Rico ha vuelto a toparse con un gobierno tiránico, impostor y hacedor de graves artimañas. Esta vez aunque rojos, están disfrazados del verde del "Grinch". Tenemos el "Grinch" caribeño y boricua.

El gobernador Alejandro García Padilla exhortó a la Legislatura a realizar una Sesión Extraordinaria en plena época navideña para cometer su fechoría. Ha sido tan oportuna la ocasión que maestros y obreros han dado una pausa a sus cortas vacaciones navideñas para hacerle frente al bárbaro "gobierno de la gente". Los presidentes de ambos cuerpos legislativos, Eduardo Bhatia (Senado) y Jaime Perelló (Cámara de Representantes) obedientes y prestos a la ordenanza de su líder popular, procedieron a dar paso a las sesiones. Reconociendo la premura con la que debía ser atendida la sesión, legisladores y alcahuetes han llegado al Capitolio desde la pasada semana para trabajar la situación que el Gobernador ha traído a la palestra. Era tema urgente enmendar el Sistema de Retiro de los Maestros para "salvar la casa", así como lo hizo Fortuño Burset el cuatrienio pasado.

Tanto el Gobernador y la Legislatura se han dado a la tarea de enmendar el retiro del magisterio con su proyecto 1589, y para hacerlo sin contratiempos, han esparcido como fragancia de pino navideño una opinión pública en los medios para calar hondo en el grueso de la masa social. Esa fragancia artificial conmigo no funciona, padezco de alergias y sinusitis crónica, y dichoso soy. Me he tupido con un poco de historia y razón, y esta congestión me ha llevado a pensar, y la fiebre me ha arrastrado a la indignación, al punto de querer bien mear un hemiciclo legislativo entero, tal y como lo hizo algún "maestro" en la semana.

Puños, insultos, abucheos, patadas, macanazos y "violencia" han sido el resultado de esta intervención navideña. García Padilla y sus asesores habrán pensado que en plena Navidad parecería imposible ver un pueblo feroz y ávido de justica y democracia, pero se han equivocado. La Casa de las Leyes se ha visto asediada por maestros, activistas, líderes sindicales y un pueblo solidario en general, que se ha visto fraguado con la misma gripe o sinusitis que padezco. La cura a este mal está en la lucha por la ecuanimidad, la justica y la democracia. Con un Sistema de Retiro como este, que aumenta la tasa de aportación, y reduce los beneficios y denigra al magisterio, viendo por otra parte un aumento salarial legislativo que ha pasado el 600% desde hace 40 años (la tercera legislatura mejor pagada a nivel de EEUU), ¿qué se supone que hagamos? ¿Debemos aplaudir la gesta "salvífica" de esta administración? Imposible.

Nos podrán haber fastidiado la Navidad, pero no debemos permitir que la minoría legislativa utilice la causa para escalar al poder nuevamente en tres años, ni dejar pasar esta medida sin al menos pegar el grito en el cielo, ni sentarnos a lamentarnos en silencio en lugar de gestar planes y medidas que podamos sugerir y llevar a cabo para lidiar con el asunto. Debemos luchar, sin miedo, sin temores a ser amenazados por los mismos que nos han condenado a este tormento político. Que no nos intimiden cuando digan que somos violentos y terroristas cuando orinamos un asiento o rompemos una puerta, cuando ellos rompen corazones, desilusionan familias, y condenan a la pobreza a miles de trabajadores, forjadores del futuro, mientras ellos se vanaglorian con la supuesta "austeridad" que los tiene brotando panzas y viviendo en un derroche de dinero. Como bien dijo mi profesora de literatura, Dra. Carmen Rabell: "Que quede claro: mear un asiento legislativo es menos violento que ensillar de mierda el futuro de los maestros." No hay que temerle al abusado uso de la palabra "violencia", ellos seguirán cubriendo sus fechorías con eso, pero saben que están violentando la justica y la democracia que creen defender.

Esta Navidad debe ser la Navidad del aguinaldo rebelde, de la trova luchadora y del villancio revoltoso. No han habido revoluciones sin lucha, Mandela comenzó con la paz, acudió a la violencia y luego al diálogo; Washington, Adams y Jefferson sediciosos y guerreros, fueron vistos como terroristas por Inglaterra y el Rey Jorge, y hoy son los Padres de la Nación Estadounidense; así como Miguel Hidalgo y Costilla (sacerdote católico) al gritar "¡Muerte a los Gachupines!" (Grito de Dolores, México 1810) incitando a la violencia dio paso a una revolución de 15 años que resultó en lo que hoy conocemos como México. Hemos resistido lo suficiente como para ver pasar otra fatalidad como esta. Dejemos esa conformidad de abandonarnos en el gobierno y luchemos porque como es de todos sabido, es el gobierno quien nos está embriagando con el pitorro del olvido y la indiferencia ante la corrupción en estas navidades.

"Cuando la tiranía es ley, la revolución es orden."

-Pedro Albizu Campos