Feliz Navidad – otra vez sin Oscar López

Cultura

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Hoy los cristianos,  los que creen en la economía del mercado, y sobre todo los que no tienen nada que hacer y se dejan llevar por la corriente, celebran el día de navidad.  Es decir el comienzo de todo: el día del nacimiento del niñito Jesús. Ante esto, sea usted creyente, consumidor o libre pensador, usted lo pasa hoy de “show”.  Es decir es un día súper bonito de almuerzos familiares, intercambios de regalos, y sobre todo de ir a visitar a viejas y nuevas amistades.

Ahora bien, y luego de un año de tanta agitación, ¿cómo lo estará pasando Oscar López?   Para todos y todas los que pusimos tanto empeño que estas navidades se celebraran con Oscar López en casa, se trata de una gran decepción.  Luego de las marchas, luego de las  actividades temáticas 32 x Oscar, nada pasó.

Para los que no lo conocen Oscar López es puertorriqueño, acusado de actos de conspiración política en el 1980 en los EE.UU, y encarcelado ya por 32 años (a cumplir sobre 60 años de cárcel), a una condena que para sus 70 años constituye de facto una pena de muerte. Si no lo sacamos ahora, no sale con vida de la cárcel.  Seis presidentes de los EE.UU lo han tenido bajo su custodia. Seis personas que no han hecho nada, salvo Bill Clinton, por condonarle su pena. En el caso de Clinton este le ofreció el perdón presidencial a cambio de que Oscar renunciara a la lucha armada y saliera a pesar de que había otros presos políticos que habrían de permanecer encarcelados.  Oscar declinó en el 1999 a ser excarcelado por estos dos motivos y hoy 14 años luego, continua preso.

Entonces, ni la presente administración política en Puerto Rico, ni la pasada administración, ni la anterior, lograron con sus esfuerzos, los que hayan sido, excarcelar a Oscar López.  Nosotros, con todos nuestros esfuerzos no lo hemos logrado todavía.  Es decir, hemos creado una cultura de resistencia que ha probado ser estéril en su objetivo primario: la excarcelación.

Así son los comportamientos culturales: cuando prueban ser insatisfactorios, la gente debe cambiarlos y provocar otras respuestas.   En ese sentido,  hoy que celebramos otra navidad sin Oscar López en Puerto  Rico propongo cambiar la metodología de lucha: ¿por qué no inventamos desobediencia civil por la excarcelación de Oscar?

En otras palabras,  si el mejor homenaje en estas navidades es el mero hecho de 32 años de estar preso, a lo mejor en reciprocidad, podríamos ofrecer  también nuestra libertad como exigencia para que liberen a  Oscar. Ahí está la experiencia de Vieques: 1700 personas arrestadas por desobediencia civil, provocaron la liberación de Vieques.

Celebremos pues la navidad, con el objetivo de la libertad de Oscar López como nuestro mejor regalo.