Puerto Rico está gobernado por casas crediticias, según gremio

Política

altSan Juan- Las casas crediticias de Estados Unidos deciden lo que se hace en Puerto Rico, por lo que el gobernador Alejandro García responde a su mandato, aseguró ayer la organización Educadores Puertorriqueños en Acción (EPA).

Esto quedó evidenciado, a juicio del portavoz del gremio Domingo Madera, durante el proceso de reforma del Sistema de Retiro de Maestros (SRM), que respondió a las exigencias de Moodys y otras casas de corretaje de Wall Street.

"Aparentemente aquí no tenemos gobernador, aquí quien gobierna es Moodys y las casas acreditadoras y aunque los puertorriqueños no votamos por Moodys, lo que estamos viendo es eso", estableció el dirigente de EPA.

Explicó que a esto respondió la resistencia de García de dejar el debate de la reforma del SRM para principios de 2014, en un ambiente sosegado y no con la prisa que se hizo en perjuicio de los docentes del sistema de educación pública.

El mandatario puertorriqueño firmó este martes la reforma a la jubilación de los docentes, luego de que entre jueves y lunes fuera sancionada por la Cámara de Representantes y el Senado en tumultuosas sesiones extraordinarias.

"La reforma del Retiro de Maestros se pudo haber dejado para enero, no había un apuro tan grande para hacerlo, pero el gobierno se enfrascó en este proceso de que tenía que ser ahora y así lo hicieron, con los legisladores votando como el papagayo, porque los presionaron para que así lo hicieran", adujo Madera para Wapa Radio.

Subrayó que con la reforma al SRM pierde el pueblo puertorriqueño "porque aquí el más o el menos tiene alguna relación con un maestro o tiene estudiantes que participan del sistema público".

El portavoz de EPA aseguró que están evaluando los pasos a tomar junto a otras organizaciones al inicio del próximo año, lo que incluye la posibilidad de una huelga magisterial.

Diversos sectores nacionales, incluidos economistas, han expresado que Puerto Rico es reo de los bonistas de Wall Street, por lo que en la actualidad no se tienen en cuenta los verdaderos intereses de los trabajadores.

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