Ante la crisis económica que experimenta el país, en la cual se han perdido empleos (un 18% en los últimos tres años), hemos perdido población (sobre 150 mil personas, en edades productivas de 20 a 44 años, en los pasados 13 años), y más que nada donde el gobierno tiene deudas que no puede pagar, ¿no sería conveniente en el año que inicia, convocar una Comisión de Salvación Nacional? Esta solución, la cual debe ser multipartidista, multisectorial., y sobre todo unida por un mismo propósito urge en este momento.
En otros países, como España, Brasil y Grecia, en momentos de crisis, los gobiernos han convocado a este tipo de comisión. En el caso de Puerto Rico, ante lo incierto que luce nuestro futuro económico en este momento, esta medida más allá de ser simpática sería de gran utilidad.
En días recientes el senador del partido en el gobierno, Partido Popular Democrático (PPD), Cirilo Tirado, como a su vez la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, también del mismo partido, se han expresado a favor de este tipo de iniciativa. Varios economistas prominentes del país, también han hecho alusión a buscar soluciones consensuadas, donde el peso de la crisis económica, se asuma por todo el país.
Ahora bien, en un momento donde los indicadores nos afectan a todos y todas, y sobre todo que el crecimiento económico y calidad de vida no van de la mano, establecer este tipo de estructura a principios de año con un claro mandato a corto plazo, podría ayudarnos a reencausar el país en el segundo trimestre del 2014. No se trata de una medida que se pueda postergar. Psicológicamente el país no puede continuar recibiendo influjos de crisis, impagos, de reestructuración de los sistemas de retiro, sin tener a cambio ningún tipo de garantía que el futuro será un poco mejor.
Uno de los economistas más prestigiosos del país, José Joaquín Villamil, lleva días indicando que el país y su economía cambiaran de tamaño y se achicarán. Es decir, vamos a ser menos personas, viviendo y generando menos riqueza, y el gobierno ofreciendo menos servicios. Siendo esto así, ¿no valdría la pena ir preparando al pueblo para lo que viene?
Una Comisión de Salvación Nacional puede ser la respuesta, para por lo menos entender el país y su futuro. No hacerla, nos deja en el limbo económico, con mucha ansiedad y promueve la migración como única solución individual.