La cultura de dialogar cobra momento en Puerto Rico y el Caribe

Cultura

File:Amerikanisches Mittelmeer NASA World Wind Globe .jpgRealmente hablando el gobierno de Puerto Rico, al proponer un diálogo con los maestros y maestras del país, ante el conflicto con el sistema de retiro de estos, lo que está haciendo es insertarse en otros diálogos que en el propio Caribe se vienen desarrollando en estos días. En particular lo que se viene desarrollando es una cultura de diálogos entre los estados y otros estados, o entre los estados y miembros o sectores desafectos de la sociedad civil. Es algo un tanto novel, pues plantea que ni los gobiernos u otros sectores sociales, tienen la fuerza necesaria para “derrotar” al otro. Ante esto lo mejor que podemos hacer es buscar soluciones comprometidas, donde cada sector pueda tener satisfacción en la resolución del conflicto.

A manera de ejemplo, el gobierno de Haití y el de la República Dominicana, iniciaron el pasado 7 de enero un proceso de negociación bilateral, asistidos por la Organización de Naciones Unidas, la Unión Europea, Caricom, y el gobierno de Venezuela, para dirimir diferencias en cuanto a políticas migratorias. En particular, la cumbre responde al fallo constitucional emitido por la Corte Constitucional de la Republica Dominicana, la cual en agosto del 2013, emitió un fallo muy adverso para todos los inmigrantes indocumentados de Haití que viven en dominicana desde el 1929. Lo interesante de este diálogo, es que el mismo reconoce el poder soberano de cada uno de los dos estados en disputa, para regular los flujos migratorios en sus respectivos territorios. Este es el punto de partida de esta negociación, el respeto a la diferencia del otro.

Por otro lado, el gobierno de México, por vía de su presidente Enrique Peña Nieto, ha solicitado al gobierno cubano, por vía de su presidente Raúl Castro, celebrar una reunión de estados, a fines de este mes, mientras sesiona la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), la cual habrá de sesionar en Cuba. Luego de 10 años de una política de distancia, desde principios del año 2013, el gobierno de Peña Nieto ha iniciado diálogos sostenidos con el gobierno de Cuba. Uno de ellos fue condonarle la deuda existente, de $500 millones de USD, cancelando de este monto la cantidad de $340 millones. Esto crea la oportunidad para dialogar, fuera de obligaciones económicas y diferencias políticas. Hay voluntad para hablar a partir de sus diferencias.

En este proceso se enmarca hoy el gobierno de Puerto Rico, cuando por primera vez en años, éste decide negociar con el movimiento obrero, en este caso los maestros y maestras, antes que estos últimos escalen un conflicto laboral.  Luego del cuatrienio de Aníbal Acevedo Vila (2005-2008) donde el magisterio salió muy maltrecho de una huelga, la movida del actual gobierno, del mismo partido de dicho gobernante, el Partido Popular Democrático, constituye un acierto trascendental para el presente, pero también pensando en el futuro. De igual forma, luego del nefasto cuatrienio de Luis Fortuño (2009-2012), donde el movimiento sindical salió muy trasquilado, la movida del actual gobierno de Alejandro García Padilla, representa más que un oasis, representa un nuevo amanecer.

Entonces nos encontramos inmersos en un proceso de diálogos de transformación de nuestros problemas sociales y políticos. Entonces, ¿por qué no extendemos, en el caso de Puerto Rico, dicha cultura a todas las instancias sociales? Tal vez lo más correcto sería la cultura del diálogo a todos los niveles de nuestra sociedad boricua y caribeña.