En las pasadas 48 horas, el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, ha logrado capitalizar de forma exitosa con dos sencillas iniciativas que nos ayudan a visualizar la apuesta de liderato y, sobre todo, de constitución de país. Primero nos habían dicho que habrían de nacionalizar la administración de los fondos públicos por vía del Banco Gubernamental de Fomento. Segundo, ayer anunciaron la creación de un Comité de Diálogo para intentar resolver la crisis que existe con el magisterio del País, en particular a partir de una abrupta ley de modificación al Sistema de Retiro de los Maestros. Como en un juego de baloncesto, narrado por Ernestito Díaz González, uno solo aplaude y pregunta “¿y va a seguir?”.
El Comité que hoy se establece lo preside la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, el arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, el director ejecutivo del Concilio de Iglesias, el reverendo Ángel Luis Rivera, el presidente de la Comisión de Desarrollo Constitucional del Colegio de Abogados, Alejandro Torres Rivera, y el Secretario del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), Vance Thomas.
Salvo la Alcaldesa de San Juan y el Arzobispo, todos los demás son destacados abogados de asuntos laborales. Tanto Torres Rivera, como el reverendo Rivera y el Secretario del DTRH, se han destacado como abogados sindicalistas en el pasado o en el presente. Para este proceso, que constituye una mesa de negociación bajo la lógica de un “convenio colectivo”, se necesitan abogados con experiencia. Ahí el acierto de esta comisión.
Por otro lado, destacar a la Alcaldesa de San Juan se impone como algo natural para la única persona dentro del Partido Popular Democrático que emergió en el 2013 como una candidata alterna al Gobernador, en una posible línea sucesoria en las elecciones de 2016. Realmente, el municipio de San Juan tiene problemas hoy muy serios que la Alcaldesa no ha logrado atender de forma eficiente (alumbrado, desperfectos en las carreteras, recogido de basura). No obstante, ella ha sabido opinar de múltiples problemas nacionales, lo cual la ha convertido de facto en una líder de potencial nacional.
Ahora bien, la presencia de dos líderes religiosos, aunque aclarando que el reverendo Rivera antes que nada es un abogado experto en derecho laboral, nos problematiza la comisión. ¿Por qué la presencia judeocristiana a la mesa de negociación? Nos parece que con tantos profesionales en el mundo del derecho laboral, mediadores especializados, y más que nada miembros de la sociedad civil expertos en proceso de negociación, no se hace necesario incluir a dos líderes religiosos. Más aún, la selección de los líderes religiosos, a expensa de otros líderes, es más que nada sospechosa. ¿Por qué no incluir, a manera de ejemplo, al Dr. Joseph Carroll-Miranda, uno de los líderes de la religión Yoruba-Ifá en Puerto Rico?
Ciertamente, lo que sí hay que destacar de esta comisión es el hecho de que su mera constitución representa una derrota política para el Gobernador. Por un lado, es un reconocimiento que lo legislado y firmado en diciembre fue un error político. Por otra parte, en menos de 24 horas de haber solicitado propuestas, se impuso la suya para intentar detener el efecto de malestar social que causará el paro de maestros de 48 horas de los próximos días 14 y 15 de enero. En esta medida, se trata de una derrota política.
Pero lo que constituye una victoria política es el hecho de que el Gobernador supo salvar cara y ceder en un momento dado donde su visión para el compromiso se impone como un acto de liderato asertivo en lugar de un momento de falta de liderato.
Por lo anterior, debemos celebrar la constitución de esta comisión. Ya veremos que depara. Pero en el minuto final, el Gobernador supo sacar la ficha que posiblemente destranque la situación de malestar. En este “round” el Gobernador y el Gobierno salen con la frente en alto.