Casellas y Paredes: Un convicto y una víctima más

Justicia Social


Hace menos de 48 horas salió convicto el Sr. Pablo Casellas de haber asesinado el pasado 14 de julio de 2012 a su esposa, Carmen Paredes. Luego de más de dos años, la saga llega a su final. Bueno, eso esperamos. Lo cierto es que los sistemas mediáticos crearon todo un reperpero en torno a esta muerte producto de su marido. Se trata de un asesinato producto de algún tipo de manifestación de violencia doméstica. Para fines de la conversación, se trata de un hombre asesino y de una mujer víctima.

Ahora bien, ¿qué hizo de este caso uno mediáticamente relevante? ¿Qué hizo de este caso uno donde la gente se identificó con la víctima y con un sentimiento visceral en contra del asesino ahora convicto? Me parece que hay varios factores que explican la compleja sociología de este caso, que realmente hablando no es muy distinto a otros asesinatos intramaritales.

Tal vez, el eje más importante viene desde la cultura de los subordinados, los pobres y los sectores medios del País que sienten que la justicia que se imparte en la Isla tiene una doble vara, dependiendo de la clase social de la cual provenga la persona. En este sentido, había algo de “revancha” en el caso de Casellas. “Finalmente, los poderosos sufren como uno”, podría ser el sentir colectivo que se habla en todas las direcciones.

Lo otro que afectó grandemente es ese sentimiento agridulce pro americano para unas cosas y antiamericano para otras. En esta medida, se trata de un sentimiento particular que todo lo que tenga que ver con los EE. UU. y el poder se repudia. Esto a pesar de que la gente se disfruta su relación con los EE. UU. y la relación diferenciada de las identidades. No obstante, en este caso, Casellas es hijo de un juez de la corte de los EE. UU. en Puerto Rico, el Sr. Salvador Casellas.

Pero tal vez, la variable que más motivó al pueblo a seguir este caso de cerca lo fue el hecho de examinar de cerca si la gente que la población percibe como poderosa, también puede recibir el mismo tratamiento que reciben los pobres. La foto más esperada, posiblemente, era la de Pablo Casellas esposado y entrando a prisión.

Ahora bien, este comportamiento sociológico, ¿qué representa? Me parece que representa las frustraciones de un País en torno a la desigualdad social y la lucha de clases. También en torno al rol de la prensa y la “noticia que vende”. En otras palabras, dice mucho acerca de la salud mental de todos y todas nosotros.

En fin, que Pablo Casellas es un asesino convicto más y Carmen Paredes, una mujer asesinada y víctima. Qué descanse en paz.