A 10 años de su fallecimiento Agrelot sigue siendo el rey de la comedia boricua

Cultura



Picture¡Joaquín Pillo!, exclamaba entornando la vista al techo Don Rodríguez y Rodríguez, presidente de la empresa comercial Rodríguez y Rodríguez S. en C. sobre su principal competidor. No estaba completo el Show del Mediodía sin esa interjección, y sin el espacio de Don Cholito en Encabuya y Vuelve y Tira. Los dos eran personajes del principal cómico puertorriqueño del siglo 20, José Miguel Agrelot, quién esta semana cumplió 10 años de fallecido.

Y es que Agrelot era el cómico puertorriqueño por excelencia. Comenzó a trabajar en la radio a los 14 años, y fue una de las principales figuras de la televisión boricua desde sus comienzos. Su primer personaje famoso, Torito Fuertes, lo trasladó de la radio a la televisión como protagonista del programa El colegio de la Alegría. Existen los videos antiguos para el beneficio de aquellos de nosotros que nos la damos de jóvenes. No fue hasta años después que vi la versión renovada del programa. Torito era el muchacho travieso que siempre lograba sacar fuera de quicio al maestro, papel que encarnaba Jacobo Morales en la versión que conocí en mi infancia.

De paso, Agrelot, quien nació en 1927 y fue bautizado con el nombre de Giuseppe Michel Agrelot (los nombres honraban a su abuela italiana) tiene el record Guinness por ser anfitrión del programa radial de mayor duración, 53 años. Su nombre era el Alegre Despertar, apropiado para ser el programa de alguien que vivía de regar el buen humor. Dejó este mundo el 28 de enero de 2004, ocasión de verdadero luto para más de una generación de puertorriqueños. La suya era un tipo de comedia que hacía reír sin alusiones flagrantes a lo soez. El double entendre era más sofisticado en los años en que Agrelot era rey.

Otros de sus personajes célebres fueron el Profesor Pulula, perenne participante en el programa Desafiando a los Genios, El Soldado Manteca (Agrelot siempre tuvo sus libritas de más) y Serafín Sin Fin. Y como olvidarse del plomero listo, Speedy González, quién hablaba de manera tan rápida y enredada que sólo se le entendía cuando cobraba. ¡Veinte pesos!, pronunciaba muy claramente haciendo un ademán de abrir su bulto de herramientas, que siempre daba la impresión de estar vacío.

Don Cholito, personaje basado en el prototipo del jíbaro puertorriqueño aguzado, comentaba todo tipo de cosas, incluyendo las noticias que llegaban en el periódico matutino. Pero don Cholito también entrevistaba y tenía invitados. Me acuerdo haber visto a los Tres Chiflados (The Three Stooges) en Encabuya y Vuelve y Tira, ocasión que aprovecharon para “golpearse” y “sacarse los ojos” de la misma forma que lo hacían en sus episodios fílmicos. Una vez vi a dos famosos boxeadores que se iban a enfrentar esa semana en el Estadio Hiram Bithorn comparecer al programa y hacer un espectáculo de que se iban a entrar a piñazos en el mismo estudio. Esto último me recuerda a la vez que Agrelot se “enfrentó” en una pelea al inmortal campeón peso pesado, Muhammad Ali, en un evento para una organización benéfico. Por supuesto, el encuentro lo ganó Agrelot con un fulminante nocaut, lo cual, a su vez, me acuerda de Jaja Jiji Jojo, uno de sus varios programas televisivos. Otro programa del cual tengo gratos recuerdos es el Especial de Corona (pronunciado ¡El Especial de Corona!). No ha habido en Puerto Rico, a pesar del gran talento que hay, alguien que me haga reír como lo hacía José Miguel Agrelot.