La crisis económica: ¿Una oportunidad política?

Justicia Social


Lejos de pensar que hemos llegado al final del camino, me parece que lo correcto sería reflexionar que tan solo estamos en un punto del camino el cual debemos de transitar. No se trata de un momento fácil. Se trata por el contrario de un momento donde, y bajo los vínculos existentes con los EE.UU, podríamos reexaminar en este momento los parámetros políticos de dicha relación y explorar de esta forma, que otras alternativas tenemos. Lo importante de la crisis económica es afirmar, que de momento se nos han cerrado los accesos a los múltiples mercados de inversionistas-prestamistas llamados bonistas. ¿Pero se nos cerró el mercado a los inversionistas de América Latina, Europa, o Asia? No.

Es curioso, pero estos mercados están disponibles en la actualidad. Lo que no sabemos es si bajo la presente relación territorial-colonial, Puerto Rico podría tener acceso a los mismos. Ya en un momento dado, bajo la segunda administración de Rafael Hernández Colón (1988-1992), se intentó buscar inversionistas japoneses, lo cual fue objetado por el gobierno de Washington. Pues bien, ¿no sería este un buen momento para intentar buscar financiamiento al estado por parte de los prestamistas Brasileños o Venezolanos?

Lo cierto es que cuando el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, le habló en conferencia de prensa al pueblo de Puerto Rico en la tarde de ayer, lo hizo desde una mirada crítica interesante. Al afirmar “que es un momento de trabajar más duro por Puerto Rico”, aunque parezca trillado, se trata de una expresión importante que potencialmente debe validar otras posibilidades, una de ellas, romper con las limitaciones que la presente relación política con Washington nos imponen.

Pues, exploremos lo político de la presente crisis. A lo mejor descubrimos que nos encontramos en un buen momento para forzar negociaciones con los EE.UU, que antes no habíamos pensado. Una concertación de las fuerzas que creen en un país libre, soberano, más autónomo de Washington, podría dar espacio a un nuevo proyecto económico y político. Trabajemos por dicha opción.