Un nuevo Puerto Rico se avecina… Sin préstamos ni bonistas

Economia Solidaria


A closed shop in San Juan.Yo lo escuché ayer al gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, y luego lo vi en los cuatro comunicados de prensa que éste emitiera a lo largo de la noche para afirmar o reafirmar lo que había dicho. Su mensaje, a mí, me quedó claro desde el principio: no se va a tomar prestado este año para cuadrar el presupuesto fiscal del gobierno de Puerto Rico. Esto sería la primera vez, posiblemente desde la década de 1970, que no se hace. Más que nada se trata de un gran reto. Poder operar el gobierno de Puerto Rico, con su presupuesto deficitario, ahora más que nada por la falta de recaudos debido a la pérdida poblacional, el cual solo se logra cuadrar bajo la inyección continua la emisión de bonos – es decir deuda pública.

Del mensaje que le ofreciera el gobernador, vía las estaciones de radio y televisión del gobierno de Puerto Rico, me impresionó esa oferta: no tomar prestado. Esto es lo más dramático que se ha dicho en tiempo, y lo que el pueblo crítico que vive en la isla estaba esperando escuchar: “no nos vamos a endeudar más”. Ahora bien, si no nos endeudamos, ¿cuál es nuestro augurio de futuro? Esta es la parte que más me intriga y me provoca curiosidad.

Realmente hablando, Puerto Rico va a nacer ahora en otra dirección. Si le sale bien al gobernador de turno -si le sale bien reitero- posiblemente habrá que verle la cara por más de un cuatrienio. Esto basado en que lo que va a cambiar es la naturaleza de nuestra forma de vida, a una más basada en lo que realmente tenemos y podemos gastar que una economía inflada por préstamos que solo nos han dejado con una deuda monumental de $71 mil millones de dólares, la cual, al día de hoy, no tenemos capacidad de pagarla en su totalidad, y peor aún, tampoco tenemos la capacidad clara de pagar los intereses en el presente año. Es decir, ante el no podemos económicamente, la postura del gobernador fue la correcta: no pedimos más dinero, restructuramos todo sin pérdida de empleos, bajamos todos los gastos, y nos dedicamos a inventar una economía productiva.

Le deseo bien al gobernador. Si sale, salimos bien todos. Si no sale, pues como pueblo seguiremos buscando soluciones. Ahora bien, el 2014 será el año que definirá cómo será este nuevo Puerto Rico.