Venezuela ha vivido en las pasadas dos semanas por un proceso de congestión y combustión social, muy alarmante. El gobierno ha sido acusado por la llamada oposición, de haber llevado al país a esta situación compleja, conflictiva, y más que nada donde vida humana ha perecido. Por otro lado, el gobierno ha cuestionado los motivos básicos de la oposición, y sobre todo el manejo de la violencia de forma abierta e impune por parte de esta. Es un soberano conflicto. Ahora bien, como han dicho muchos comentaristas, simplemente vivimos el último capítulo de la lucha de clases venezolanas, la cual sin lugar a dudas toma distintas formas y maneras, una de ellas la escalada del conflicto a niveles insospechados.
Ahora bien, una de las iniciativas más interesantes es la que ha planteado el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, desde hace ya 10 días, de convocar a la paz y en particular a una Comisión de la Verdad, a todas las fuerzas que de una forma u otra están inmersas en el conflicto. Es un asunto interesante, el cual hay que ponderar. No obstante, y de forma repetitiva, el líder de la oposición Henrique Capriles se opone a participar, como así lo otros gobernadores de los estados y algunos alcaldes. En que nos quedamos, ¿deseamos avanzar y transformar la situación de violencia, o deseamos perpetuarla?
Es curioso, de las 15 personas muertas, el gobierno de Venezuela ya procesa a ocho miembros de las fuerzas de seguridad del estado, por haberse excedido en el manejo de la fuerza. Los procesan por dar muerte a seres humanos. Entonces, el gobierno de Venezuela nos informa que aún quedan 14 municipios en el país, de 355 donde la situación no se ha controlado. El gobierno, por vía del gobernador del estado de Táchira, el miembro del partido oficialista de Venezuela, el chavista José Gregorio Vielma Mora, aceptó que el uso de aviones de guerra en la frontera con Colombia, a pesar de la violencia, fue un acto excesivo por parte del gobierno de su país.
Curiosamente, la parte acusada de intromisión indebida y que más ha cambiado en la presente crisis, es la postura del gobierno de los EE.UU. De repente, desde el sábado pasado la postura oficial de Washington es la del diálogo entre las partes, reconocimiento que ambas actuaron violentamente, y más que nada han invitado a al gobierno de Venezuela a restablecer un diálogo diplomático.
Entonces, ¿quién dice la verdad en Venezuela? Nos parece que la apuesta de crear una Comisión de la Verdad, a iniciativa de Nicolás Maduro, es un acto de acierto. Pues bien, ¿De qué verdad no quiere hablar la oposición y Henrique Capriles, en Venezuela? Participar en la Comisión de la Verdad propuesta por el gobierno de Venezuela es lo menos que pueden hacer para ayudar a superar la actual crisis.