Videos, niños peleando y padres enjuiciados

Justicia Social

http://2.bp.blogspot.com/_xi_1TGDrLbg/TNjWLHiXl2I/AAAAAAAAABE/HxKg5WR7HCE/s1600/pelea-final.gifHay algo insólito con el último incidente boricua en la red social de Facebook. En esta ocasión, unos niños de un residencial público de la costa norte del país, aparente y alegadamente, se enfrascan en una pelea y se agreden; mientras transcurre la pelea, la cual está siendo grabada, se escucha la voz de un adulto incitarlos a pelear. Cierto o falso, los niños aparentan estar jugando o agrediéndose, a aunque la voz del adulto hace énfasis a que se deben defender y no pueden permitir que se den. Así las cosas, y luego de haber convertido dicha película en una viral, el padre que intervino en la filmación, la voz que se escucha, se entregó a las autoridades en el día de ayer.

Preocupado de que lo fueran a buscar, ahora se ha preocupado más pues el gobierno federal desea intervenir en el asunto, y procesarlo por instar a menores a participar en actividades que constituyen trata infantil. Un delito que tiene cárcel de 10 a 30 años.

A este capítulo que podríamos titular “boricuas en las redes”, se suma el de otro boricua que subió una fotografía mientras acariciaba a una especie protegida en la playa de Humacao, llamada Carey. Por otro lado, se le suma el video de unos jóvenes que colgaron en las redes sociales, en la cual participaron en una actividad náutica en la cual supuestamente “hostigaron” a una ballena jorobada y su cría. En fin, que cada día más, y producto de la difusión en las redes sociales los boricuas, en particular los hombres, están siendo criminalizados y enjuiciados.

Me pregunto, ¿conoce el boricua promedio sus derechos y obligaciones ante la ley? ¿Sabía usted que no puede tocar un carey, que no puede jugar con una ballena, y que no puede filmar a sus hijos, mientras juegan a pelear? Realmente hablando, se torna en absurda la conversación de los boricuas en las redes sociales y su contribución. Me parece que hemos caído en una trampa, mediante la cual hemos simplificado la vida a lo que dispone la ley, con la consecuencia que acaba todo el mundo procesado criminalmente y preso.