Lejos de lo que mucha gente podría pensar, el fin de semana que acaba de concluir logró unificar dos sistemas musicales: la música popular, a través del Día Nacional de la Salsa, celebrado en el día de ayer domingo; y la música clásica por vía del Festival Casals, el cual concluía su edición 2014, el pasado sábado. Ambos eventos estuvieron llenos a capacidad, en su formato de presentación: uno en el estadio Hiram Bithorn; el otro en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes, Luis A. Ferré. Ambos eventos, de corte musical, constituyen expresiones de la presencia internacional de Puerto Rico en la música popular llamada salsa, y en la música de la alta cultura, llamada música clásica.
El concierto del Festival Casals, de Puerto Rico, incorporó la presentación formal de la sinfonía boricua de Raymond Santos Torres, titulada Resonantia Luminosa Infinita. Luego participó la Coral Filarmónica de San Juan; y la noche la cerró con un majestuoso concierto para piano de Brahms, interpretado por el excelentísimo pianista norteamericano, André Watts.
El Día Nacional de la Salsa, que por espacio de 31 años corridos la estación de música salsera, Z93fm, ha estado organizando en Puerto Rico, se dio ante un lleno total de más de 40 mil personas en el estadio. Por espacio de 10 horas sin parar, al sol y al ritmo cadencioso de la música salsa, los 38 mil parroquianos que pagaron por entrar, más los sobre 2 mil que trabajaron o fueron invitados a la actividad; se dio un junte sin igual. El momento cumbre del concierto lo fue a las 5:30 p.m. cuando El Gran Combo de Puerto Rico, institución que por 52 años ha deleitado a la audiencia y en particular a los bailadores, tomó el escenario. El atuendo de los mulatos del sabor, como popularmente se le conoce a esta orquesta, lo dijo todo: estaban vestidos con una camisa que representaba la bandera de Puerto Rico.
Ahora bien, nos preguntamos cómo estos dos eventos, que en conjunto deben de haber movilizado, entre audiencia, y participantes en cualquier formato, a cerca de 50 mil personas, nos ayudan a mejorar la situación económica. Esto lo traemos, pues no tenemos estudios que nos permitan entender cuál es el impacto social de llevar a cabo estas actividades, las cuales requirieron de por lo menos los siguientes servicios: transportistas; servicios técnicos para montar los espectáculos; servicios legales y de contabilidad; cuartos/camas en los hoteles locales para los participantes como para los turistas que vinieron a la isla este fin de semana; e inversión en publicidad.
Apostar a ser la capital de la salsa del mundo, o la sede perpetua del Festival Casals, puede ser en beneficio de todos y todas en el país. Lo importante es que tanto el pueblo, como los gobernantes o los organizadores comprendan el valor no solo social y cultural de sus eventos musicales, sino también el valor económico. A manera de ejemplo, destacamos el apoyo que la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulin Cruz le brindó, nuevamente, a Z93fm, al permitir el uso del estadio Hiram Bithorn. El año pasado había anunciado que habría de cancelar los eventos no deportivos en el estadios, pero volvió a autorizar el festival de salsa. Esto a beneficio de todos y todas, pues son las únicas facilidades que con limitaciones pueden albergar a sobre 40 mil personas.
De igual forma reconocemos el hecho que por primera vez en los pasados 31 años otros productores se sintonizaron con Z93fm, y organizaron muchos eventos en las noches previas, “en honor a”, “en reconocimiento de”, y “en la víspera” del Día Nacional de la Salsa. Más aún, por el nivel de los exponentes del género de la salsa, reconocidos en el evento, uno se da cuenta, de que la estación radial intenta desarrollar otros eventos en solidaridad con los pueblos de Centroamérica y Sudamérica,
En fin, que no todo es caña de azúcar ni productos de apoyo médico. También puede ocurrir que los jóvenes se vayan apropiando del país y ayudando a transformarlo.