El periodismo participativo en Puerto Rico, ha promovido en la última década el concepto de que la ciudadanía se incorpore en el proceso de la producción de lo que en este medio se llama contenido noticioso. Es decir, ver un dato o hecho, que pueda ser de importancia para terceras personas, documentarlo de alguna forma, y entonces enviarlo a los medios noticiosos, para que el mismo sea publicado como noticia ciudadana. A esto, de forma popular se le conoce como “repórtalo”.
Dicho lo anterior, reportar es el acto de un tercero que a partir de sus prejuicios decide comunicarle a otros terceros que lo que está viendo en ese momento no es normal. No nos podemos olvidar que a partir del terrible suceso del 11 de septiembre de 2001, el gobierno federal de los EE.UU, por vía de la llamada Ley Patriótica, promovió la cultura de denunciar todo acto sospechoso. El motivo, prevenir el terrorismo. A partir de ahí, nuestros prejuicios y nuestras miradas de comportamientos no dominantes, se pueden convertir en supuestos actos terroristas, y son denunciables.
En Puerto Rico la prensa, posiblemente inspirados por el 9/11/2001, ha desarrollado esta compleja práctica de periodismo ciudadano que se torna en la ausencia de parámetros jurídicos de una cultura de derechos constitucionales y democráticos, en actos de persecución.
Así las cosas, la principal agencia de prensa de Puerto Rico hoy, es decir, productora de contenido para la venta a medios impresos o mediáticos, promueve una aplicación para teléfonos inteligentes, llamada “repórtalo”. Es decir, es una campaña de denuncia contra toda persona que viole la ley o funcionario público que actúe fuera de los parámetros establecidos. De igual forma el principal conglomerado corporativo de prensa del país, gestor de más de ocho periódicos diarios en la isla, promueve un tipo de participación ciudadana en la confección de las noticias.
Ambos gestos son encomiables, hasta cierto punto. Estos medios solo promueven que se difundan la noticia de “que se está haciendo algo mal por parte de una persona”. Pero nunca dicen que en el acto de reportar, el que reporta debe conocer sus derechos y obligaciones como también los derechos y obligaciones de la persona a quien reporta.
Bajo la Reglas de Procedimiento Criminal de Puerto Rico, un ciudadano particular puede intervenir con una persona, arrestarla, si dicha persona cometió un acto delictivo en su presencia. Para esto se requiere que el ciudadano que intervino, sepa cuál es la ley violentada, y ahí efectúe el arresto. Ahora bien, ¿ver una situación y no arrestar, sino denunciar en la prensa, está garantizado por el estado de derecho actual en Puerto Rico? No sé.
Hace unos días, uno de los medios noticiosos del país publicó una noticia de unos funcionarios públicos que supuestamente hacían uso indebido de propiedad del estado para fines privados. Un ciudadano periodista lo reportó como un acto de violación de ley. Luego apareció que las actividades realizadas por el funcionario público estaban dentro de sus obligaciones y sancionadas por sus supervisores. Todo correcto. ¿Qué hacemos con el ciudadano que reportó y con el sistema de prensa que lo publicó?
Me parece que los que reportan deben saber que los reportados están en todo su derecho por llevar acciones civiles en reclamación de daños, si usted solo opina y no investiga antes de publicar. En otras palabras, el periodismo clásico, incluyendo el de opinión, basa sus artículos en la corroboración de información. Si usted va a ser un ciudadano reportero, y colabora de gratis con los sistemas corporativos de prensa, cuidado que podría ser usted personalmente responsable de la información falsa que esté transmitiendo.
Pregunto, ¿los sistemas corporativos de prensa, le han extendido al ciudadano reportero, las pólizas de seguro de responsabilidad pública? No creo.